El notable incremento de la inflación en los últimos años ha llevado a una sustancial disminución del poder adquisitivo de los trabajadores en Alemania, retrocediendo en promedio al nivel de 2016, según indica un estudio de la Hans Böckler Foundation.
A pesar de que en 2023 se logró compensar en gran medida la elevada inflación con un aumento salarial del 5,5% en promedio, más del doble que en 2022, cuando los salarios acordados crecieron un 2,7%, el resultado fue una disminución media del 0,4% en 2023.
En la mayoría de las industrias, los salarios negociados en 2023 aumentaron entre un 4,4% y un 7,4%, con incrementos significativos en sectores con salarios tradicionalmente bajos, beneficiados por el aumento del salario mínimo legal, lo que también impactó positivamente en los sueldos colectivos de algunos sectores.
La agricultura registró el mayor crecimiento con un aumento nominal del 10%, y también se observaron mejoras superiores a la media en el sector hotelero, con un aumento del 9,5% en 2023.
A pesar de estos incrementos notables en los salarios en 2023, los investigadores del estudio destacan que el poder adquisitivo de los empleados aún se encuentra considerablemente por debajo del nivel previo a la crisis. Debido a la fuerte inflación experimentada en los últimos años en Alemania, los salarios reales negociados han descendido en promedio al nivel de 2016, reflejando una reducción del poder adquisitivo de los trabajadores en aproximadamente seis puntos porcentuales a finales de 2023 en comparación con 2020.
Thorsten Schulten, uno de los autores del estudio, enfatiza la necesidad de aumentos significativos en las próximas rondas de negociación colectiva para compensar las considerables pérdidas reales de los salarios experimentadas en los dos años anteriores. Según Schulten, esto también resulta crucial para estabilizar el débil desarrollo económico de Alemania.