Hoy: 23 de noviembre de 2024
La Conferencia Episcopal Española (CEE) prevé que la cifra de jóvenes españoles que participen a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa, que arranca este martes 1 de agosto, supere los 100.000, entre los aproximadamente 79.000 inscritos y los que se acerquen a la ciudad sin haberse registrado previamente, y que demuestran, según los obispos, que los jóvenes no son “gente pasota”.
“Son cerca ya de 80.000 jóvenes inscritos españoles y los otros muchos que aparecerán dentro de unos días, sin que nadie los espere, lo cual nos hace pensar que serán más de 100.000 jóvenes españoles, es una alegría”, ha explicado el director de la Subcomisión de Juventud de la CEE, Raúl Tinajero, este lunes en una rueda de prensa en Lisboa, un día antes de que comience la JMJ.
Tinajero ha señalado que “es el momento de apostar por los jóvenes, de darles protagonismo” tanto en las JMJ como en el “día a día” de las diócesis, en “todas las realidades eclesiales” y en la “sociedad” que “necesita de la fuerza de la juventud”.
Por su parte, el presidente de la CEE y cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha destacado que es un “gozo” ver a tantos jóvenes, algo que a su juicio, es signo de que la juventud no es como a veces se la califica, “gente pasota, a la que le importa poco el tema religioso o el compromiso”.
“Es un gozo ver que entre los jóvenes, que muchas veces, a veces, los calificamos como gente pasota, que les importa poco el tema religioso, de compromiso, etcétera, ver que hay tantos jóvenes sedientos de una palabra de esperanza, de vida”, ha destacado.
Preguntado por si los jóvenes de la JMJ son extraterrestres o bichos raros, Omella ha respondido que “son absolutamente jóvenes de su tiempo” que “van vestidos y se expresan igual” que los demás pero que “tienen un gusanillo que les inquieta” y les hace buscar “algo noble”, un “mundo más digno, más humano, más en paz”. “Lo bonito es la diversidad en la unidad”, ha añadido.
El arzobispo de Barcelona, que ha comparecido con el brazo derecho escayolado debido a una caída que le provocó una fractura, ha puesto el ejemplo de 80 jóvenes de su diócesis que están llegando a Lisboa tras caminar más de 1.200 kilómetros durante 40 días. “Esto no se hace por dinero sino porque hay algo en el interior”, ha precisado Omella.
El cardenal también ha apuntado que es un “reto importante” hacer llegar a los jóvenes la importancia del Sínodo y explicarles que este proceso significa “caminar juntos para escucharse, para escuchar al Espíritu y para escuchar al Papa” con la motivación última de “evangelizar” con “palabras” y con “hechos”, a través del “compromiso con los pobres”.
“Europa necesita más que nunca volver a escuchar la frescura del Evangelio”, ha indicado Omella, añadiendo que los que pueden ofrecerla no son “los viejos” sino “los jóvenes”.
En este sentido, ha insistido en que lo que esperan de los jóvenes es que sean “capaces de transmitir valores a esta sociedad envejecida y que en Europa está perdiendo la esperanza”.
Preguntado por si se necesita mano dura o mano izquierda con los jóvenes, Omella ha recurrido a un símil taurino, que ha reconocido que “no es muy políticamente correcto”, sobre que el torero torea con la mano izquierda pero da la puntilla con la derecha.
“Hay que saber jugar con las dos”, ha precisado el cardenal, apuntando que es necesaria la “ternura de la madre y la firmeza del padre”.
En la rueda de prensa también ha participado el obispo auxiliar de Valencia y presidente de la Subcomisión Episcopal para la Juventud y la Infancia, Arturo Ros, que ha destacado que los jóvenes son “el futuro y el presente de la Iglesia” y ha asegurado que en este encuentro van a transmitir al Papa Francisco “que están con él, que le quieren”.
Sobre la secularización de la sociedad española, Ros ha reconocido que hay “datos y realidades” que contemplan “con mucha preocupación” pero ha añadido que la alta participación de grupos de jóvenes en esta JMJ es “síntoma” de que están “vivos”, de que “hay esperanza”.
Tal y como ha precisado Omella, “es signo de que hay mucho brote verde que surge”.
Preguntado por la participación de los jóvenes latinoamericanos en la JMJ de Lisboa, el cardenal arzobispo de Barcelona ha asegurado que es “un gran gozo” y ha invitado a “valorar” el trabajo que han hecho los misioneros.