Hoy: 22 de noviembre de 2024
Agentes del Grupo de Homicidios y Criminalística de la Guardia Civil de Madrid, con el apoyo de perros especializados, buscan la cabeza de una mujer de 65 años asesinada por su pareja, quien posteriormente se quitó la vida, en un chalet de la localidad de Soto del Real, según confirmaron fuentes del Instituto Armado a Europa Press.
Los agentes hallaron el pasado martes por la mañana, tras una alerta de algunas familiares de la víctima, los dos cadáveres en una vivienda unifamiliar donde ambos convivían a las afueras del municipio, en la calle Vicente Aleixandre de Soto del Real.
Por la tarde, después de levantar los cadáveres, realizaron una inspección ocular y buscaron las armas utilizadas, pruebas, vestigios y la cabeza de la mujer, ya que había sido decapitada y no la encontraron en el garaje. El hombre yacía muerto en un dormitorio de la primera planta.
El miércoles pasado los guardias civiles han continuado a primera hora de la mañana en el chalet la búsqueda, ayudados ya por la unidad canina. Luego, han rastreado las inmediaciones de la vivienda y de la urbanización y en otras zonas que frecuentaba el supuesto asesino.
Los investigadores están intentado también reconstruir lo ocurrido. En un principio, creen que el marido mató a su esposa de un disparo con una escopeta de caza que tenía a su nombre y luego la degolló totalmente en el garaje de su casa, depositando la cabeza en algún lugar escondido. Después se suicidó también de un tiro en la sien.
Serán las autopsias que los forenses están practicando al cuerpo en el Instituto de Medicina Legal de Valdebebas las que determinen las causas y la data exacta de los óbitos, señalando así cuántas horas pasó el asesino con el cuerpo de su mujer antes de quitarse la vida. Mientras tanto, en el laboratorio de la Guardia Civil, los expertos están analizando la escopeta, la carabina y las múltiples armas blancas encontradas en el chalet para determinar cuáles se utilizaron en el crimen, incluyendo una sierra y un hacha.
Según ha apuntado hoy el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, el hombre es un antiguo policía local de Soto que se encontraba de baja desde hace tiempo y al que se le había retirado su arma reglamentaria. “Las armas que se han podido encontrar en la vivienda no tenían carácter policial, sino que respondían a una cuestión privada de caza familiar y presumiblemente serían las armas con las que se habría cometido primero el asesinato y a continuación el suicidio”, ha concretado.
A la espera de confirmación oficial, este sería el primer caso mortal de violencia machista en lo que llevamos de año en la región. La víctima y el presunto asesino estaban en fase de separación, aunque no constaban órdenes de alejamiento o antecedentes previos de maltrato. De hecho, la mujer no estaba en el Sistema de Seguimiento Integral de casos de Violencia de Género (VioGén), ha indicado el delegado.
Sin embargo, según algunos vecinos, indicaban que la relación entre ambos no era buena y llevaban vidas separadas. La mujer, de 65 años y recientemente jubilada, acababa de llegar hacía unos días de visitar a una hija en Londres, un viaje que podría haber aprovechado su pareja, también español y de 53 años, para planificar el crimen.