El grupo mayoritario de las jugadoras de fútbol que recientemente se coronaron campeonas del mundo en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda ha comunicado a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) su decisión de renunciar a jugar para la selección. Sin embargo, esta postura no es unánime entre las futbolistas, ya que algunas de ellas, incluyendo a campeonas del mundo, han manifestado su deseo de regresar al equipo y jugar con la selección.
Esta división de opiniones ha generado confusión y un desafío para la nueva seleccionadora nacional, Montse Tomé, quien debe anunciar la lista de jugadoras para los próximos partidos de la Nations League. La mayoría de las futbolistas que se retiraron de la selección exigen cambios estructurales en la RFEF y no regresarán hasta que se produzcan, mientras que las que desean volver consideran que los cambios realizados hasta el momento son suficientes y confían en la buena fe de los directivos actuales.
La situación se complica aún más para Tomé, ya que la lista de jugadoras disponibles podría incluir a las sub-23, dado que una gran cantidad de futbolistas no estarían disponible. Esta decisión se origina en la presión ejercida después de un incidente en el que el expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, besó a la delantera Jennifer Hermoso sin su consentimiento durante las celebraciones del Mundial y posteriormente, por los cambios realizados por la RFEF en respuesta a las demandas de las jugadoras.
Fuente: El País