La FIFA planea organizar la próxima Finalissima entre Argentina, campeona de América, y España, campeona de Europa, el viernes 27 de marzo de 2026 en Doha, según han adelantado medios españoles. Aunque el anuncio oficial aún no ha llegado, Qatar aparece como la sede favorita, en el mismo escenario donde la Albiceleste de Lionel Scaloni conquistó el Mundial de 2022. La fecha, inicialmente prevista para el 28 de marzo, se adelantaría un día por ajustes en el calendario internacional.
La celebración del encuentro estaba supeditada a la clasificación de España para el Mundial de 2026, un objetivo que el equipo de Luis de la Fuente selló este martes con un empate sin goles ante Turquía. La Roja cerró invicta su grupo europeo y certificó su presencia en la Copa del Mundo de Estados Unidos, Canadá y México. Aunque algunos medios han planteado la posibilidad de que la Finalissima se dispute en suelo estadounidense, Doha continúa siendo la opción prioritaria para la FIFA.
El duelo promete reunir a dos generaciones estelares: Lionel Messi, emblema argentino y vigente campeón del mundo, y Lamine Yamal, convertido en la nueva gran figura del fútbol español. Ambos equipos figuran entre los principales candidatos a levantar el título mundial en 2026, reforzados por sus recientes éxitos: España conquistó la Eurocopa 2024 en Berlín y Argentina lideró con autoridad las Eliminatorias sudamericanas.
La Finalissima, según recoge La Vanguardia de México, recuperó protagonismo en 2022, cuando Argentina derrotó 3-0 a Italia en Wembley con tantos de Di María, Dybala y Lautaro Martínez. La Albiceleste es además la selección con más títulos en este torneo intercontinental, con dos, seguida por Francia. El formato, resucitado tras décadas de ausencia, vuelve a enfrentar a los campeones de la UEFA y la Conmebol en un único partido.
Con un calendario internacional ya orientado hacia la preparación del Mundial de 2026, el cruce entre Argentina y España se perfila como uno de los grandes eventos futbolísticos del año. La calidad de ambas plantillas, unida al peso simbólico del duelo, anticipa un encuentro destinado a atraer la atención global.