Un estudio realizado en Cataluña y presentado en el 50º Congreso de la Asociación Española del Estudio del Hígado (AEEH) ha revelado que la enfermedad hepática por alcohol se diagnostica en fases más avanzadas de fibrosis que otros tipos de enfermedad hepática por hígado graso. Esta conclusión subraya la necesidad de implementar programas de cribado dirigidos a personas con consumo de alcohol de riesgo.
El análisis se basó en dos cohortes con más de 4.000 pacientes incluidos en programas de detección de enfermedades hepáticas. Los resultados mostraron que la fibrosis sin hipertensión arterial afecta al 23% de los pacientes con enfermedad hepática por alcohol, en comparación con el 7% y el 6% en pacientes con hígado graso asociado a disfunción metabólica. En casos con hipertensión arterial, las cifras fueron del 6%, 1% y 1%, respectivamente.
Otro estudio, presentado también en el congreso por el Registro ReHALC de la AEEH, analizó el impacto del sexo en el pronóstico y la respuesta a los tratamientos de la hepatitis asociada al alcohol. Se basó en una cohorte de 1.735 pacientes ingresados en 30 hospitales españoles entre 2014 y 2022, y sus conclusiones contradicen investigaciones previas de países anglosajones.
Estudios anteriores señalaban una mayor gravedad de la hepatitis alcohólica en mujeres, pero el análisis español mostró que el sexo femenino se asocia a un mayor soporte social, una mayor tendencia a la abstinencia y una mejor respuesta a los corticoides, lo que favorece una mayor supervivencia.
Además, un tercer estudio evaluó la eficacia de una intervención multidisciplinar para mejorar la abstinencia del alcohol en pacientes con enfermedad hepática compensada. La investigación se llevó a cabo con 116 pacientes divididos en dos grupos, uno de 54 y otro de 62, con el objetivo de determinar el impacto de este enfoque en el control de la enfermedad.