La especialista en Aparato Digestivo Katherine Bustamante, del Hospital Universitario Hospiten Bellevue (Santa Cruz de Tenerife), ha subrayado que síntomas como la diarrea persistente, la pérdida de peso sin causa aparente o las alteraciones en las heces deben considerarse señales de alarma y motivar una consulta médica. Según explica, estas manifestaciones pueden estar asociadas a patologías como la insuficiencia pancreática.
Bustamante detalla que esta condición aparece cuando el páncreas no produce suficientes enzimas para una correcta digestión, especialmente de las grasas. Como consecuencia, estos nutrientes llegan al intestino sin descomponerse adecuadamente, generando deposiciones frecuentes, voluminosas y con mal olor.
Si no se detecta de forma precoz, la insuficiencia pancreática puede provocar desnutrición y problemas graves como debilidad, pérdida de masa muscular, anemia o alteraciones óseas. La experta insiste en que “un diagnóstico temprano permite iniciar el tratamiento y evitar complicaciones a largo plazo, además de descartar la presencia de un cáncer de páncreas que pueda tratarse en fases iniciales”.
Esta alteración es común en personas con enfermedades crónicas del páncreas, como pancreatitis crónica, fibrosis quística, cáncer pancreático o en quienes han sido sometidos a cirugía pancreática o digestiva. Junto a los síntomas principales, también deben vigilarse la distensión abdominal, el exceso de gases y la fatiga. Asimismo, Bustamante señala que las heces pueden volverse más grasosas y difíciles de evacuar, un fenómeno conocido como esteatorrea.
Respecto al proceso diagnóstico, la especialista explica que se inicia con un análisis de heces para evaluar la digestión de las grasas. En algunos casos, se requiere completar el estudio con pruebas específicas de función pancreática o con técnicas de imagen del abdomen para obtener una valoración más precisa.