La Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) ha señalado la importancia de visibilizar el impacto del estrés académico en los estudiantes durante el periodo de exámenes, calificándolo como una “etapa crítica”.
“El periodo de exámenes se convierte cada año en una etapa crítica para los estudiantes universitarios. La presión por alcanzar buenos resultados, cumplir con las expectativas propias y ajenas, y equilibrar el tiempo entre estudios y vida personal genera un nivel de estrés significativo”, explica Gabriel Suárez, vocal de Diseño de Contenido de CREUP. Este problema no solo afecta al bienestar emocional, sino también al rendimiento académico, según destaca el también estudiante de Periodismo en la Universidad de La Laguna.
Un estudio conjunto del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y el Ministerio de Sanidad respalda estas preocupaciones. Según los datos, más del 50% de los estudiantes universitarios consideran necesario recibir apoyo psicológico, mientras que cerca de uno de cada dos reporta niveles de ansiedad moderada o grave durante los exámenes.
La organización subraya que el estrés, tal como lo define el psicólogo Albert Ellis, es “una respuesta natural del organismo ante situaciones percibidas como difíciles o amenazantes”. Esta respuesta, conocida como “lucha o huida”, puede derivar en consecuencias como insomnio, cefaleas o incluso problemas gástricos, según detalla Suárez. Entre las causas principales del estrés académico, menciona la acumulación de trabajo, la falta de métodos de estudio efectivos y la ausencia de estrategias institucionales para mitigar el problema.
Un informe adicional del Ministerio de Ciencia señala que el 55% de los estudiantes considera que los planes académicos carecen de pausas suficientes entre las evaluaciones, lo que incrementa su agotamiento mental.
Desde la CREUP se insta a las universidades a asumir un papel más activo en la lucha contra el estrés académico. Entre las propuestas destacan la implementación de evaluaciones continuas que reduzcan la presión de los exámenes finales y el establecimiento de servicios de apoyo psicológico accesibles para todos los estudiantes. “Es esencial que las universidades prioricen el bienestar estudiantil, ya que este es un factor clave para el éxito académico y personal”, concluyen desde la organización.