Hoy: 23 de noviembre de 2024
El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha decidido iniciar el juicio oral contra Luis Rubiales, quien fuera presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por el incidente del beso no consentido a la delantera Jennifer Hermoso. Asimismo, también ha ordenado el juicio contra el exseleccionador femenino, Jorge Vilda; el actual director deportivo de la selección, Albert Luque, y el exresponsable de Marketing, Rubén Rivera, por supuestas coacciones a la futbolista.
El auto judicial, recogido por Europa Press, establece un plazo de 24 horas para que Rubiales abone una fianza de 65.000 euros en concepto de responsabilidad civil por el delito de agresión sexual, en caso de ser condenado. Los otros tres acusados también deberán abonar esta cantidad conjuntamente en relación con el delito de coacciones.
La resolución, que no es recurrible, señala al Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional como el encargado del enjuiciamiento de este procedimiento en virtud de las penas solicitadas por las acusaciones y da un plazo de diez días a los investigados para que presenten sus escritos de defensa.
Cabe recordar que la Fiscalía de la Audiencia Nacional pide condenar a 2 años y 6 meses a Rubiales: 1 año de prisión por un delito de agresión sexual y 1 año y 6 meses por un delito de coacciones en concepto de autor. El Ministerio Público, además, también pide a la Audiencia Nacional que condene a 1 año y 6 meses de cárcel por un delito de coacciones a Vilda, Luque y Rivera.
Fue el pasado mes de enero cuando el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge propuso juzgar a Rubiales al considerar que el beso a la jugadora “no fue consentido” y que el exdirigente actuó de forma “unilateral y sorpresiva”.
El magistrado, en concreto, aseguraba en su resolución que las presiones a las que se sometió a la jugadora crearon en la futbolista de la Selección femenina “una situación de ansiedad e intenso estrés”.
Además de Rubiales, el magistrado también propuso llevar a juicio a Luque, Vilda y Rivera por las presiones posteriores que ejercieron sobre la jugadora para que accediera a realizar una manifestación pública afirmando que el beso había sido consentido.
El juez afirmó que los tres procesados llevaron a cabo “una acción concertada” en colaboración con Rubiales “para doblegar la voluntad de Hermoso y lograr que accediera a grabar un video en el que declarara que el beso había sido consentido”.