Problemas en la compra de coches de segunda mano

Si el vendedor no informa de los problemas con los que cuenta el vehículo, debe hacerse cargo él de la reparación

La Asociación de Consumidores de Navarra Irache advierte de los problemas que se están dando en la compra de coches de segunda mano, como fallos mecánicos a los pocos días o semanas de comprarlo, defectos en accesorios, precios que se encarecen o señales sin devolver.

Los problemas más habituales tienen que ver con que el coche “presenta unos problemas o defectos con los que el comprador no contaba y que descubre cuando ya tiene el coche en sus manos y con todo firmado”. Si no se le ha informado de ellos, el vendedor debe hacerse cargo de su reparación. Este plazo es, en principio, de tres años, si bien se puede reducir en el contrato a un año, “que es lo más habitual”. Estas reparaciones en garantía “deben ser reparadas de forma gratuita por el vendedor”.

No obstante, indican desde Irache, “cada vez es más habitual que los concesionarios no se hagan cargo o deriven esta obligación de garantía en una compañía de seguros”.

Se aplaza el trabajo hasta que pasa la garantía

Otras veces, las reparaciones de los coches “se demoran mucho tiempo” o se retrasa el trabajo “hasta que se pasa el plazo de garantía y a partir de ahí dicen que ya no es responsabilidad suya”. Junto a ello, se dan problemas porque el concesionario “solo acepta parte de las averías y en otros muchos casos entiende que es un problema de ‘mantenimiento’ del vehículo y que es el cliente quien debe hacerse cargo”.

Otros “temas conflictivos” son las señales que en ocasiones se ponen, es decir, el dinero que el consumidor adelanta cuando se ha decidido por un modelo de coche. En ocasiones, en la letra pequeña se vincula la compra a “alguna condición concreta” como “ejecutar la compra en quince días desde el pago de la señal”. “El propio concesionario se encarga de poner dificultades para que en este plazo no se pueda efectuar la compra” de manera que “se queda” con la señal “y no entrega el coche”.

Otras veces es el propio concesionario el que tarda “semanas, o incluso meses, en entregar el vehículo”. En este sentido, Irache destaca que “es muy importante que en el contrato se especifique la fecha de entrega del vehículo”.

Otras complicaciones se deben a que algunos concesionarios ofrecen coches de segunda mano “que, en ese momento, se encuentran en otra ciudad, a cientos de kilómetros de distancia”. En ocasiones el coste de traslado del vehículo no estaba incluido en el precio inicial y se añade posteriormente al cliente cuando va a realizar el pago.

Prácticas engañosas

Irache ha añadido “otra práctica dudosa” como los contratos de compraventa “en los que se hacen constar algunas deficiencias o desgaste de algunas partes del coche”. “Si posteriormente surgen problemas con alguna de estas partes, aunque sean en plazo de garantía, el concesionario se agarra al desgaste que consta en el contrato para no responsabilizarse de la reparación”, explica.

Ha habido igualmente quejas por parte de personas que han vendido su coche al concesionario pero la venta “se retrasa o acaba haciéndose por un precio menor”. Algunos de estos concesionarios ofrecen una tasación online del coche que, después, “dicen que era solo orientativa, no el precio final de venta” y ofrecen “bastante menos dinero”.

En el caso de comprar vehículos de segunda mano a particulares los plazos cambian: para reclamar los vicios ocultos que tenía en vehículo se cuenta con un año en Navarra, pero en muchas otras comunidades es de seis meses.

Por todo ello, Irache ha recomendado, antes de comprar coches de segunda mano, “someterlo a la revisión exhaustiva de un profesional independiente, para que este determine el estado real del vehículo”.