Hoy: 23 de noviembre de 2024
La inmunoterapia, que funciona ayudando al sistema inmunitario a identificar y eliminar las células cancerosas, ha demostrado mejorar la supervivencia global a largo plazo en pacientes con melanoma avanzado, cáncer de mama triple negativo y cáncer de vejiga con invasión muscular, según los resultados de importantes estudios internacionales presentados en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) 2024, que se ha celebrado esta semana en Barcelona.
Los investigadores, responsables del estudio de seguimiento más extenso hasta la fecha, sugieren que la inmunoterapia podría ofrecer una posibilidad de curación en aquellos pacientes que responden favorablemente al tratamiento.
Además, otros ensayos clínicos presentados en el ESMO 2024 muestran un aumento en la supervivencia a largo plazo cuando la inmunoterapia se administra antes y después de la cirugía en mujeres con cáncer de mama en etapa temprana y difícil de tratar (cáncer de mama triple negativo), así como en pacientes con cáncer de vejiga con invasión muscular.
“El mensaje clave de todos estos estudios es que la inmunoterapia continúa ofreciendo esperanza y promesas de supervivencia a largo plazo para muchos pacientes con distintos tipos de cáncer”, ha dicho la doctora Alessandra Curioni-Fontecedro, profesora de oncología en la Universidad de Friburgo y directora de oncología en el Hospital de Friburgo (Suiza), quien no estuvo involucrada en los estudios.
“Los resultados de este ensayo confirman el potencial de curación mediante inmunoterapia en pacientes con melanoma avanzado”, ha afirmado el doctor Marco Donia, profesor asociado de oncología clínica en el Centro Nacional de Inmunoterapia del Cáncer de Dinamarca, en el Hospital Universitario de Copenhague Herlev (Dinamarca), quien tampoco participó en el estudio.
“Para los pacientes que no presentan progresión de la enfermedad después de tres años, estos resultados a largo plazo muestran que la mayoría de ellos no vuelve a experimentar progresión. La supervivencia específica frente al melanoma es extremadamente alta en este grupo”, ha agregado.
“Es importante destacar que el beneficio de supervivencia a largo plazo con inmunoterapia también se observa en la práctica clínica habitual, fuera de los ensayos clínicos”, ha continuado Donia.
“La inmunoterapia ha transformado el melanoma avanzado de algo que antes era una enfermedad mortal con una supervivencia media de menos de un año a lo que vemos hoy, con la mitad de los pacientes que sobreviven muchos años”.
En su opinión, esto plantea cuestiones prácticas sobre la mejor forma de hacer un seguimiento de estos pacientes, como por ejemplo si necesitan revisiones a largo plazo. “Además, respalda el derecho de estos pacientes al olvido oncológico después de cinco años sin cáncer tras finalizar el tratamiento, para evitar cualquier discriminación frente a la población general, como para solicitud de un préstamo financiero”.
También se ha observado una mejora de la supervivencia global con inmunoterapia en el cáncer de mama triple negativo en estadio inicial y en el cáncer de vejiga con invasión muscular. Los cánceres de mama triple negativos son especialmente difíciles de tratar porque no tienen receptores de estrógeno o progesterona ni niveles elevados de HER2, por lo que no responden a los tratamientos habituales.
“Este estudio muestra mejoras con inmunoterapia en pacientes con el subtipo más agresivo de cáncer de mama, en las que antes solo podíamos ofrecer quimioterapia”, ha dicho Curioni-Fontecedro.
“Habíamos pensado que el cáncer de mama podría no ser sensible a la inmunoterapia por sí sola, pero administrarla en combinación con quimioterapia antes de la cirugía y más adelante mejora la supervivencia global en muchas pacientes”, ha expresado. El hallazgo sugiere la posibilidad de que la combinación de tratamientos provoque una sensibilización del cáncer de mama triple negativo a la inmunoterapia”.
En un estudio de pacientes con cáncer de vejiga con invasión muscular, se observó una mejora similar de la supervivencia global con la administración de inmunoterapia antes de la intervención quirúrgica.
De cara al futuro de la investigación con inmunoterapia, Curioni-Fontecedro ha sugerido que todavía quedan “algunas preguntas importantes sin respuesta”. La primera es comprender por qué los cánceres reaparecen en algunos pacientes a pesar de la respuesta inicial a la inmunoterapia.
“Aún no entendemos cómo puede producirse la resistencia a la inmunoterapia en algunos pacientes. Tenemos que entender qué ocurre en estos pacientes, cuáles son los mecanismos de resistencia y cómo podemos superarlos”, ha dicho.
Asimismo, opina que es “importante”, que los investigadores clínicos y las empresas farmacéuticas colaboren para abordar eficazmente la cuestión de la resistencia a la inmunoterapia.
“Mientras la cuestión de la resistencia se investigue de forma aislada, analizando agentes inmunoterapéuticos individuales, no será suficiente. Todos debemos aunar fuerzas para mejorar la comprensión y promover un mejor tratamiento para el futuro”, ha expresado.