Hoy: 20 de noviembre de 2024
Cuando los principios y valores que rigen a la persona o a las sociedades no existen, comienza la insoportable indignidad de un mercadeo que vas más allá de las fronteras, mucho más allá de los océanos. Poco caso le hemos hecho a Kepler que defendió el inevitable peso de la razón en la filosofía de la vida.
Ahora, lo razonable es lo de menos. En Bruselas, para que salga de comisaria la ministra que presenta el Gobierno de España y que el PP rechaza, se están ofreciendo un cambio de cromos: “Si tú aceptas lo que yo presento, yo aceptaré lo que tú presentes y yo antes no aceptaba”… Infinita desvergüenza. ¿Qué clase de amparo nos asiste? ¿Qué tipo de justicia nos abraza? ¿Quién se ha llevado la verdad a cambio de monedas?
Cualquier persona de bien debe estar desolada preguntándose para qué votar si luego negocian vilmente con las decisiones que, en conciencia y deseando el bien común, esgrimimos en las urnas.
¡Qué angustia me da saber que estoy en manos de jugadores profesionales que manipulan las mesas para que siempre gane el casino!
pedrouve