Desde este Miércoles de Ceniza, uno de los días más importantes para los católicos que da comienzo a la Cuaresma, se abre un periodo de reflexión, penitencia y tradiciones para los creyentes católicos que contempla, entre otras cosas, que hoy sea día de oración y ayuno.
Una forma simbólica se celebrar este día es con la imposición de una cruz de ceniza en la frente de los fieles. La ceniza simboliza la muerte, la conciencia de la nada y de la vanidad de las cosas, la nulidad de las criaturas frente a su Creador, el arrepentimiento y la penitencia. De allí las palabras que Abraham pronuncia en el Génesis:
Aunque soy polvo y ceniza me atrevo a hablar a mi Señor (Génesis 18:27)
Comienza para los católicos un período de 40 días de reflexión, penitencia y preparación espiritual que culmina en el Domingo de Resurrección. Como se sabe, en algunos puntos la celebración de la Semana Santa, que este año se celebra del 13 al 20 de abril, tiene una fuerza importante, como en el Sur de España con sus célebres pasos procesionales. El Miércoles de Ceniza, precedido por el Martes de Carnaval, prolonga la Cuaresma durante seis semanas de penitencia antes de Pascua. Es el primer día de la Cuaresma en los calendarios litúrgicos católico y anglicano, así como en el de diversas denominaciones protestantes, luterana, metodista, presbiterana y algunas bautistas, según recoge Wikipedia.
Este medio añade que muchas denominaciones cristianas enfatizan el ayuno, así como la abstinencia durante la temporada de Cuaresma y, en particular, en su primer día, Miércoles de Ceniza. El Primer Concilio de Nicea habló de la Cuaresma como un período de ayuno de cuarenta días, en preparación para la Semana Santa. En muchos lugares, los cristianos históricamente se abstuvieron de comer durante todo un día hasta la noche y, al atardecer, los cristianos occidentales tradicionalmente rompían el ayuno cuaresmal, que a menudo se conoce como el «ayuno negro» o «ayuno rápido».
Wikipedia recoge además que en la Iglesia católica, el Miércoles de Ceniza se observa mediante el ayuno, la abstinencia de la carne y el arrepentimiento; en concreto, es un día de contemplación de las transgresiones. El Miércoles de Ceniza y el Jueves y Viernes Santo también son días de abstinencia de carne —mamíferos y aves—, como todos los viernes durante la Cuaresma. Algunos católicos continúan ayunando durante la Cuaresma, como era el requisito tradicional de la Iglesia. No obstante, entre los alimentos que sí pueden consumir se encuentran: el pescado, mariscos y platillos vegetarianos, lo que ha dado lugar a una tradición culinaria especial en diversas regiones españolas y del mundo.
En el siglo IV se fijó la duración de la Cuaresma en cuarenta días, esta comenzaba seis semanas antes de la Pascua —para calcular la fecha de la Pascua se usaba el Computus— en domingo, el llamado domingo de «Cuaresma«. Pero en los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal. Sin embargo, surgió un inconveniente: desde los orígenes de la liturgia cristiana nunca se ayunó en domingo por ser «día de fiesta», la celebración del día del Señor. Entonces, se movió el comienzo de la Cuaresma al miércoles previo al primer sábado del mes.