Hoy: 23 de noviembre de 2024
Kamala Harris dice en una iglesia que Dios ofrece a Estados Unidos un “plan divino lo suficientemente fuerte para sanar la división”. Donald Trump, por su parte, reflexiona sobre periodistas baleados y califica a los demócratas de “demoníacos”, según informa El Diario Libre.
Cuando faltan 48 horas para los comicios, el tono de los líderes norteamericanos es marcadamente diferente. La vicepresidenta demócrata asegura que estas elecciones ofrece a los votantes la oportunidad de rechazar el “caos, el miedo y el odio”. Mientras, el expresidente republicano, habló de fraude electoral y sugirió que el “país se desmorona” sin él en el cargo.
Harris concentró su domingo en Michigan. Allí empezó el día con los feligreses de la iglesia Greater Emmanuel Institutional Church of God in Christ de Detroit. Es el cuarto domingo consecutivo en que Harris, quien es bautista, hablaba ante una congregación negra, reflejo de la importancia crítica de los votantes negros en varios estados clave. La política demócrata no mencionó a Trump, aunque seguramente volverá a su discurso partidista.
Harris terminó sus comentarios en unos 11 minutos, mientras que Trump habló unos 90 minutos en un mitin al aire libre en el aeropuerto de Lancaster, Pensilvania. “Es un país corrupto”, dijo Trump. “Y vamos a enderezarlo. Vamos a enderezarlo”.
Trump, como acostumbra, saltó de un tema a otro; un estilo discursivo que ha etiquetado como “el tejido”. Pero en Lancaster, se desvió en largas digresiones y apenas mencionó sus puntos habituales sobre economía, inmigración y las acostumbradas críticas a Harris.
Trump relanzó críticas a los procedimientos de votación en todo el país y a su propio personal. Resucitó agravios por ser procesado después de intentar anular su derrota en 2020 ante el presidente Joe Biden, sugiriendo en un momento que “no debería haber dejado” la Casa Blanca.
Además, intensificó sus ataques a un liderazgo nacional “groseramente incompetente” y a los medios de comunicación, y luego reflexionó sobre la violencia contra miembros de la prensa. Señaló el vidrio balístico colocado frente a él en eventos después de su intento de asesinato en un mitin en julio en Butler, Pensilvania.
“Tengo este pedazo de vidrio aquí”, dijo. “Pero todo lo que tenemos realmente aquí es la prensa falsa. Y para alcanzarme, alguien tendría que disparar y atravesar a la prensa falsa. Y eso no me molestaría tanto”, añadía el republicano.
Trump también se refirió a John Bolton, su exasesor de seguridad nacional y ahora un crítico estridente, como un hijo de p— tonto. Repitiendo teorías ya conocidas y desacreditadas de fraude electoral, alegando que los demócratas solo podrían ganar haciendo trampa. Las encuestas públicas indican una contienda ajustada entre él y Harris.