Hoy: 23 de noviembre de 2024
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), organismos de la ONU, han emitido esta semana un informe detallado sobre los niveles catastróficos de inseguridad alimentaria que bordean la inanición, impulsados principalmente por la violencia y el conflicto. Es urgente actuar para combatir la pobreza; para salvar vidas y medios de subsistencia, y prevenir la hambruna y la muerte en zonas críticas, indica el estudio.
Este documento explica que la proliferación de los conflictos, especialmente en Medio Oriente, los eventos meteorológicos extremos, como consecuencia del cambio climático, y la pobreza, dejan a millones de personas al borde del abismo. Destacando específicamente las consecuencias regionales de la guerra en Gaza, que ha sumido a Líbano en un conflicto.
También considera que el fenómeno meteorológico de La Niña podría afectar el clima hasta marzo de 2025, amenazando los frágiles sistemas alimentarios en regiones ya vulnerables. Podría alterar los patrones de lluvia “en numerosos puntos críticos de hambre”, y aumentaría el riesgo de inundaciones en Nigeria, Sudán del Sur y otros países del África meridional. Al igual, podría generar sequías en Etiopía, Kenia y Somalia, con las consecuencias negativas en los sistemas agrícolas.
“Si queremos salvar vidas y prevenir el hambre aguda y la malnutrición, necesitamos urgentemente un alto el fuego humanitario”, subrayó el director general de la FAO, Que Dongyu. “Es necesario que los palestinos tengan acceso a víveres altamente nutritivos y de que se les permita comenzar de nuevo la producción local de alimentos”, afirmaba.
En la misma dirección, la directora ejecutiva del PMA, Cindi McCain, señaló que en el mundo entero los conflictos se están intensificando, la inestabilidad económica va en aumento y los desastres climáticos se están convirtiendo en la nueva norma.
“Con un apoyo político y financiero más eficaz, los trabajadores humanitarios pueden y seguirán aplicando soluciones probadas y escalables para abordar el hambre y reducir las necesidades a largo plazo”, declaraba McCain ante los medios.
La FAO y el PMA instaron a los líderes mundiales a priorizar la resolución de estos conflictos, a comprometerse con el apoyo económico y las medidas de adaptación al cambio climático para proteger a las poblaciones más vulnerables del borde de la hambruna.