En la presentación del libro de Alfonso Guerra, que contó con la presencia de históricos socialistas, entre ellos, Felipe González, ambos exlíderes del PSOE (que volvían a estar juntos en un acto público tras décadas de distanciamiento) unieron sus voces para arremeter contra Pedro Sánchez y su intención de amnistiar a los secesionistas catalanes.
Durante sus discursos, ambos calificaron de “desleal” al actual líder del PSOE. En particular, el expresidente González expresó su preocupación por las conversaciones entre el Gobierno y Junts, el partido de Carles Puigdemont. Afirmaron temer que una amnistía pueda implicar el perdón a los delincuentes y borrar la gravedad de sus actos.
Esto supone “cargarse el Estatuto de Autonomía y la Constitución, convocar un referéndum y proclamar la república catalana” y darle una apariencia de legitimidad, advirtió González. Las consecuencias de ello podrían ser tener que convocar un referéndum tras otro.
Felipe González cuestionó: “¿Conocen ustedes algún país democrático que voluntariamente introduzca un elemento de autodestrucción o de disgregación de la integridad territorial?”.
Pero las críticas no se limitaron a Sánchez. El expresidente también arremetió contra la vicepresidenta Yolanda Díaz. Consideró “indigno” que represente a los españoles alguien que se ha trasladado a Waterloo “como si fuera a ver al emperador del paralelo”.
El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, contestó que González y Guerra son los “desleales”, y no Pedro Sánchez, por no respetar las resoluciones aprobadas por mayoría en los congresos del partido.
“Desleales son los que no respetan las mayorías del partido, ¿no?, contestó Cerdán. Yo creo que en el 2016 hubo una decisión de los militantes. Esta fue refrendada en el 39 y el 40 Congreso del PSOE”, puntualizó el secretario. Lo cierto es que en un antiguo congreso del PSOE se discutió que no cabía la autodeterminación de ninguna región en España.