Hoy: 23 de noviembre de 2024
El neurólogo Francisco Lopera afirma que en los próximos cinco años habrá tratamientos para el Alzheimer más eficaces e innovadores, al mismo tiempo que vislumbra la posibilidad de prevenir y curar la enfermedad en un plazo de 10 años.
En relación al Alzheimer esporádico, el cual afecta a 50 millones de individuos globalmente y se proyecta que alcance los 152 millones para el año 2050, Lopera destaca que será más factible prevenir que curar, argumentando que cuando los síntomas de la enfermedad aparecen, el deterioro cerebral ya es significativo, lo que dificulta la reversión de los daños. En contraste, la prevención del Alzheimer se percibe como un desafío menos arduo debido a un menor grado de degeneración cerebral en etapas tempranas.
Así se ha manifestado el especialista durante su participación en la primera edición de BioMed & Tech Talks, una jornada que se ha celebrado en Granada con motivo de la Semana Mundial de la Salud y en la que han participado más de 40 expertos en biomedicina y biotecnología.
Además de Lopera, también ha intervenido la catedrática de Física de la Universidad de Oxford y vicedecana de la Facultad de Física de la Universidad de Oxford, Sonia Contera, quien ha desgranado su trabajo de “crear métodos físicos para entender la biología en la nanoescala y facilitar la creación de nuevas medicinas” como fueron las vacunas contra el Covid-19, primeras nanomedicinas que se han usado a escala global.
Entre otros proyectos, Sonia Contera trabaja en “una propuesta de investigación para intentar detectar tumores a través de un encefalograma”, que conjuga con otros como el de encontrar “materiales sostenibles que permitan a los arquitectos crear construcciones con materiales que no emitan tanto carbono como el acero o el hormigón”.
Sobre la inteligencia artificial, uno de los temas de mayor relevancia en estas jornadas, la nano tecnóloga ha sostenido que abre la posibilidad de “identificar patrones dentro de sistemas complejos”, aunque bien es cierto que también tiene “muchas desventajas” debido a la complejidad de muchos procesos que la IA no podrá llegar a predecir.
Por su parte, el jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Virgen Macarena, y catedrático de Medicina de la Universidad de Sevilla, Jesús Rodríguez-Baño, ha abordado el desarrollo de la investigación clínica de alto nivel en enfermedades infecciosas en el que trabaja con su equipo desde hace algunos años.
Entre otras labores, Rodríguez-Baño y su grupo de trabajo, se centran en las “medidas de control y la reducción de la incidencia de infecciones en pacientes ingresados en el hospital”.
“Nos preocupa cómo podemos mejorar el pronóstico de algunas infecciones complejas”, ha insistido el catedrático de la US, quien ha lanzado al mismo tiempo la voz de alarma ante la gran crisis de antibióticos existente.
“Desde hace 20 o 30 años no hay moléculas antibióticas con mecanismos de acción revolucionario”, ha indicado Rodríguez-Baño, que ha insistido en el “grave problema” que supone el que “no aparezcan nuevos antibióticos eficaces”.
Ante esta situación, uno de los trabajos a los que dedica su esfuerzo es al de “rescatar algunos antibióticos olvidados”, cuya investigación se abandonó en los años 70 y 80 ante la aparición de antibióticos muy eficaces que dieron respuesta a las necesidades de ese momento.