Hoy: 20 de noviembre de 2024
¿Conocemos qué son los espasmos mioclónicos? ¿Cómo son? ¿Sabemos diferenciarlos de los espasmos musculares que nos dan con frente justo antes de quedarnos dormidos? Muchas personas experimentan un espasmo, una sacudida de la pierna, justo antes de dormirse; pero también hay personas que padecen unos espasmos mientras duermen, que pueden llegar a ser patológicos.
En una entrevista concedida a EP, la doctora María José Abenza, neuróloga del madrileño Hospital Universitario Infanta Sofía y especialista de la Unidad del Sueño, afirma que en el caso de estas últimas personas, las mioclonías nocturnas como se las conoce por su nombre científico, son espasmos musculares breves involuntarios, que duran a penas unos segundos y que se generan por la noche cuando acabamos de acostarnos, al inicio del sueño ligero (fase 1-2 no REM), llegando incluso a afectar sobre todo a las extremidades. En otras ocasiones pueden ser generalizadas, afectado a todo el cuerpo.
Desconociéndose en profundidad su origen, la doctora asegura que la gran mayoría “se comporta de forma benigna y ceden espontáneamente con el tiempo, sin necesidad de tratamiento. Aparecen tanto en adultos como en niños, en estos las catalogamos de hecho como mioclonías benignas del sueño. Solo un pequeño porcentaje de las mioclonías nocturnas se asocian a enfermedades neurológicas, como epilepsia o problemas musculares”.
La neuróloga reconoce que el mecanismo por el que se producen “todavía no está claro”, aunque afirma que, todo parece que su origen son pequeñas descargas anómalas de neuronas localizadas en el sistema nervioso, principalmente en la corteza cerebral, y por debajo de la misma; dice también que, más raramente, su origen puede ser la médula espinal, en este caso se llamarían propioespinales.
La especialista relaciona este trastorno con otras alteraciones del sueño muy frecuentes, como el insomnio, o la apnea del sueño. “Las personas con insomnio a las que les cuesta mucho conciliar el sueño, o aquellas que tienen un sueño fragmentado con muchos despertares, suelen tener estas mioclonías”, asegura.
Abenza analiza su relación con la ansiedad. Comenta que las mioclonías nocturnas aparecen frecuentemente en pacientes con insomnio, que es el trastorno más relacionado con la ansiedad, pero también pueden aparecer en pacientes con apnea del sueño. Al respecto, asegura que “Cualquier sustancia excitante del sistema nervioso puede favorecer su aparición (psicoestimulantes como anfetaminas y derivados, cafeína en altas cantidades, tóxicos como cocaína, son los más frecuentes). En niños, incluso un ruido intenso o un sobresalto puede provocar estas mioclonías”, recoge EP.
La doctora Abenza mantiene que las mioclonías generalmente son esporádicas, y totalmente benignas. “Se suelen resolver solas, especialmente en los niños, pero cuando son muy frecuentes y nos despiertan por la noche, o si nos suceden a diario, merecería la pena consultar”, asegura la experta en medicina del sueño.
La neuróloga asevera que el problema de estas mioclonías es la frecuencia: si se producen de forma diaria, o si nos suceden varias veces en una noche, nos despiertan y nos fragmentan el sueño, con lo que la calidad de nuestro sueño baja.
En cuanto a los casos en niños, afirma que es muy frecuente, y de hecho cita que más de 300 niños de cada millón lo padecen a lo largo de la infancia. “En adultos, su prevalencia es más desconocida porque la gente no suele consultar, pero se calcula que le puede suceder al 15% de la población”, indica a EP.
La doctora, finalmente, subraya la importancia siempre en primer lugar de gozar de una buena higiene del sueño, evitando excitantes como la cafeína por las tardes, poder dormir en una habitación sin ruidos, descansar al menos ocho horas, evitar las pantallas justo antes de meternos en la cama, e intentar relajarnos unos minutos antes de dormir con alguna técnica de meditación o mindfulness.
La experta del Hospital Infanta Sofía nos recuerda que “los trastornos del sueño son muy frecuentes en la población general a lo largo de la vida”, aunque mantiene que, “afortunadamente” la mayor parte son transitorios y benignos.
“Todos hemos podido tener algún día de insomnio puntual, alguna pesadilla, una noche que hemos hablado en sueños, por ejemplo. Las mioclonías del sueño también son benignas y transitorias, en la gran mayoría de casos, y es normal tener algún episodio a lo largo de la vida”, añade.