España sigue demostrando su fortaleza como potencia turística y, según las últimas previsiones, en 2025 volverá a batir su récord de visitantes extranjeros. Se espera la llegada de 98 millones de turistas, lo que supondría un aumento del 4,2% respecto a los 93,9 millones de 2024. Además, el gasto turístico alcanzaría los 135.800 millones de euros, un 7,5% más que el año anterior, impulsado por la alta demanda y la mayor capacidad adquisitiva de los viajeros.
Los datos provienen del último informe del Barómetro Turístico de Andersen Consulting, que destaca que este crecimiento dependerá de la estabilidad económica y geopolítica global. España, sin embargo, se mantiene como un destino seguro, atractivo y con una oferta cada vez más diversificada, lo que le ha permitido consolidarse entre los favoritos a nivel internacional.
A pesar del éxito en volumen de turistas, los expertos del sector insisten en que el verdadero desafío no es solo atraer más visitantes, sino aumentar la calidad del turismo. Para Ángel García Butragueño, director de Turismo en Andersen Consulting, el objetivo debe ser un modelo más sostenible y rentable, basado en una oferta de mayor valor añadido.
“España no puede seguir creciendo solo en número de turistas, sino en el gasto que generan. Es clave evolucionar hacia un turismo de calidad que beneficie la economía sin sobrecargar los destinos”, explicó.
En este sentido, el informe señala que el turismo está en plena transformación, migrando de un modelo masivo a otro enfocado en la excelencia y la sostenibilidad, que garantice el equilibrio económico, social y medioambiental de los principales destinos del país.
España sigue posicionándose como referente en el turismo mundial, con una infraestructura consolidada, un clima privilegiado y una oferta que abarca desde el sol y playa hasta el turismo cultural, gastronómico y de experiencias. Este sector no solo es clave para la economía actual, sino que seguirá ganando peso en las próximas décadas, aspirando a representar hasta el 15% del PIB y generar un 20% del empleo directo e indirecto.
El socio responsable del área de Turismo y Ocio en Andersen Consulting, José Manuel Brell, subraya que este crecimiento es una prueba más de la resiliencia del turismo español: “Una vez más, el sector demuestra ser el motor económico del país, con una fortaleza abrumadora y una capacidad de recuperación admirable.”
El reto del turismo en España ya no es solo atraer más visitantes, sino gestionar su impacto de manera responsable. Con el crecimiento constante de llegadas internacionales, algunos destinos han comenzado a mostrar signos de saturación, afectando la calidad de vida de los residentes y la preservación del entorno. Ciudades como Barcelona, Palma de Mallorca y Sevilla han implementado medidas para regular el flujo turístico y evitar la sobreexplotación de sus recursos, mientras que regiones como Canarias buscan diversificar su oferta para no depender exclusivamente del turismo de sol y playa.
Además, el sector debe enfrentarse a desafíos medioambientales, como la escasez de agua en determinadas zonas y la necesidad de reducir la huella de carbono del turismo masivo. Las aerolíneas, hoteles y operadores turísticos están adoptando políticas más sostenibles, pero aún queda un largo camino por recorrer. “El crecimiento no puede ser infinito. Tenemos que apostar por un modelo donde el turista que venga aporte más valor y consuma menos recursos”, destacan desde Andersen Consulting.
El futuro del turismo en España dependerá de cómo se equilibre el desarrollo económico con la sostenibilidad. La diversificación hacia un turismo más experiencial, el impulso del turismo rural y el desarrollo de estrategias que fomenten la desestacionalización serán clave para garantizar un crecimiento armonioso que beneficie tanto a los visitantes como a las comunidades locales.