La Comisión Europea ha revisado al alza sus previsiones para España y estima que la economía del país crecerá un 2,6% en 2025, tres décimas más que su pronóstico anterior del 2,3%. No obstante, prevé que esta expansión se modere en 2026, situándose en el 2%. Paralelamente, Bruselas también ha incrementado su estimación de déficit público, del 2,6% al 2,8%, superando así el 2,5% comprometido por el Gobierno español en su plan de ajuste plurianual.
A pesar de este repunte en el déficit, la Comisión destaca que se ha logrado una reducción gracias al fin progresivo de las ayudas energéticas y la retirada de las medidas extraordinarias aplicadas tras las graves inundaciones en Valencia.
El nuevo pronóstico de crecimiento está en línea con las previsiones del propio Gobierno y posiciona a España como una de las economías de mayor expansión en la UE en 2025, solo por detrás de Polonia. El crecimiento español contrasta notablemente con las cifras previstas para la eurozona (0,9%) y el conjunto de la Unión Europea (1,1%).
España y Polonia destacan así como motores del crecimiento europeo para el próximo año, mientras que Malta, Croacia y Dinamarca lideran las proyecciones de expansión en el actual 2025.
Sin embargo, el informe de la Comisión advierte sobre riesgos a la baja, centrados principalmente en una posible desaceleración económica mayor de lo esperado en la eurozona y en los principales socios comerciales de España, especialmente aquellos con alta exposición al mercado estadounidense. Esta situación podría impactar negativamente en la economía española, dificultando las exportaciones, frenando la inversión empresarial y manteniendo elevados niveles de ahorro entre los hogares.