Hoy: 20 de febrero de 2025
Un consorcio de investigación formado por la empresa Marsi Bionics, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y los Hospitales Universitarios La Paz, 12 de Octubre, Niño Jesús y Gregorio Marañón han desarrollado el primer exoesqueleto pediátrico para uso en entornos cotidianos, Explorer, que los niños con alteración de la marcha podrán utilizar en casa, en el colegio, en el parque y en otros espacios exteriores.
La startup Marsi Bionics ya había desarrollado, en colaboración con el CSIC Atlas 2030, el primer exoesqueleto pediátrico del mundo, pero cuyo uso es exclusivamente clínico. Su CEO, Elena García Armada, ha explicado que a partir de este dispositivo nació Explorer, ya que los niños cuando lo probaban en los entornos hospitalarios, y ganaban confianza con el mismo, enseguida pedían poder llevárselo a casa y al colegio.
«Al ponerse de pie un niño con un exoesqueleto, lo primero que se da cuenta es que el mundo le cambia, por supuesto, le cambia la perspectiva, pero sobre todo hay una cierta autonomía que le permite jugar (…) Algunos empiezan a hacer otro tipo de juegos, que no son tan juegos, es más una actividad de la vida cotidiana, como ‘me voy a acercar a esa mesa que con un teléfono voy a llamar a mi madre’ (…) Empiezan ellos mismos a darse cuenta de que esto es una herramienta que les permite una cierta integración social y una cierta exploración del mundo», ha detallado.
Según ha explicado, el primer niño al que se le permitió llevar el exoesqueleto a su colegio fue a Jorge, quien el día de su cumpleaños entró a clase presumiendo de este dispositivo y explicándole a sus compañeros cómo funcionaba. Para García Armada, esto supone un «cambio de paradigma» de la discapacidad al permitir «complementar las capacidades» que le faltan a estos niños para poder realizar sus actividades cotidianas «con una cierta normalidad».