Nos encontramos, perdidos, esta mañana
por la calle más ancha.
-¿Qué buscas?, te dije.
-Una ventana con flores al costado,
un patio con geranios, me dijiste,
y campos de trigo que llenen la mirada
de los nidos hambrientos.
-¿Nada más?, volví a decirte.
-Ah, sí, busco escaleras hacia arriba
o hacia dentro
que lleguen al oblicuo perfil
de la manzana mordida.
Porque amor no hay en los pasillos,
sólo puertas a un lado y a otro
y mujeres que limpian los papeles caídos.
¡Caídos por Dios y por España!…
(Eso no se puede decir,
que es un pecado ahora)
Otros cayeron por la indiferencia
de sí mismos.
Caídas también las gomas de borrar inquietudes
y los cansancios de mimbre de la ropa lavada
y esta cabeza mía de no saber dónde estoy
mientras camino.
Me pierdo en los corazones y en las caras
que ha maquillado el tiempo
y en las colinas de enfrente
que ayer no estaban.
…Un río de aguas cansadas
es la vida.
Pedro Villarejo
Precioso artículo de el Duende para días como hoy.
Sobrecogedor contenido. Queeee bonitooooo!!
Q bonito,como me gustaría perderme hay 😂
Felicidades al autor…
Precioso artículo, y con intención.. Bien por el Duende