El flujo de lava se concentra en dos respiraderos, pero no se descarta un aumento de la actividad o la apertura de nuevos focos
La erupción del volcán en el suroeste de Islandia ha mantenido su estabilidad en las últimas horas, con el flujo de lava ahora limitado a ubicaciones específicas de la grieta que se abrió inicialmente, alcanzando casi cuatro kilómetros de longitud.
Actualmente, la lava se desplaza principalmente a través de dos respiraderos, aunque las autoridades locales no descartan la posibilidad de un aumento en la actividad en el futuro, e incluso la apertura de nuevos focos, manteniendo, por lo tanto, activadas todas las alertas pertinentes.
La localidad de Grindavík permanecerá evacuada hasta al menos el 28 de diciembre, según las medidas adoptadas este martes. Estas medidas indican la posibilidad de cortes prolongados en toda la zona, que actualmente se mantiene inaccesible.
La Policía ha emitido una advertencia a la población, instándoles a evitar la zona de la erupción. Esta medida se tomó después de que los servicios de emergencia intervinieran el martes por la noche para rescatar a un hombre que había cruzado las barreras de seguridad, poniendo en riesgo su vida, según informes de la cadena RUV.