La domesticación del lobo como origen del mejor amigo del hombre

Una reciente investigación ha obtenido una señal clave en forma de un hueso de pata de 12.000 años de antigüedad

Con el término de la era glacial del Pleistoceno tardío, las personas y los lobos comenzaron a interactuar. Desde ese punto, solo transcurrieron unos milenios hasta el surgimiento del yoga para cachorros y caninos influyentes. Sin embargo, los pormenores de cómo y cuándo precisamente se domesticaron a los lobos continúan generando un fuerte debate. Así lo informa Diario de Chihuahua.

“Se han gastado millones de dólares para tratar de averiguarlo”, declaró Robert Losey, antropólogo de la Universidad de Alberta que investiga la domesticación canina. Pese a esos intentos, “seguimos teniendo un conocimiento muy escaso de dónde y cómo se originaron los perros”, afirmó.

Una reciente investigación ha obtenido una señal clave en forma de un hueso de pata de 12.000 años de antigüedad, proveniente del sitio arqueológico de Swan Point, en Alaska. El ADN de esos restos mostró que la madre del animal era un lobo, sin embargo, un estudio químico evidenció que la criatura mantenía una alimentación abundante en pescado que posiblemente era suministrada por las personas, afirmaron los científicos.

Relación lobo-humano

Este hallazgo parece capturar un punto crucial en la reciente relación entre los lobos y los humanos, proporcionando evidencias persuasivas del vínculo entre ambas especies. No obstante, no se sabe si el animal recién hallado fue intencionalmente alimentado por los humanos o simplemente aprendió a buscar en sus residuos. Esto ha provocado que los científicos se dividan en cuál es la ubicación del espécimen de Swan Point en el proceso evolutivo de lobo a perro.

“Es posible que no sea lo que consideramos domesticación en el sentido occidental”, afirmó Joshua Reuther, arqueólogo de la Universidad de Alaska Fairbanks y responsable del reciente estudio, publicado este mes en Science Advances. “Pero existe una interacción muy fuerte entre humanos y cánidos”.

Los descubrimientos proporcionan algunas de las evidencias más antiguas de domesticación de perros en América, superando los vestigios de 10.000 años, también de Alaska, que se examinaron en 2021.

“Hay muchas incertidumbres e incógnitas sobre la domesticación inicial del perro, incluso hasta el punto de cuándo ocurrió y dónde ocurrió”, declaró Ben Potter, arqueólogo de la Universidad de Alaska Fairbanks, que también participó en el reciente estudio. “Pero lo que apuntan nuestros datos es que estamos empezando a despejar las incertidumbres”.

Presas terrestres

Es probable que en el agitado periodo del tardío Pleistoceno —famoso por las masivas extinciones, la agitación y las migraciones—, los humanos y los lobos se hayan visto vinculados por las circunstancias, transitando juntos por el Puente Terrestre de Bering desde lo que actualmente es Siberia hasta Alaska.

Tanto en aquel entonces como en la actualidad, los lobos se nutren mayormente de presas terrestres, lo que para la antigua Alaska implicaba bisontes, mamuts y roedores. No obstante, el animal hallado en Swan Point lograba obtener el 57% de su supervivencia del salmón. Los científicos argumentaron que esto podría implicar que mantenía una relación, aunque ancestral, con una comunidad humana local que practicaba la pesca.

Otro depósito de Alaska, llamado Hollembaek Hill, generó, según Diario de Chihuahua, más cánidos alimentados con salmón, de acuerdo con la investigación, incluyendo una madre de aproximadamente 8000 años de edad, cuyo feto presentaba señales de una alimentación abundante en salmón. Los investigadores, basándose en los patrones de apareamiento de los lobos, determinaron que posiblemente el feto fue concebido en plena estación invernal, cuando el salmón no habría estado ascendiendo el próximo río Tanana.

“La madre tuvo acceso al salmón en el momento de la concepción, o en el momento del embarazo”, afirmó François Lanoë, antropólogo de la Universidad de Arizona, quien encabezó la sección de investigación vinculada a la alimentación.

Hallazgo relevante

Los especialistas que no participaron en la investigación concordaron en que el hallazgo era relevante. Losey afirmó que existen “muy, muy, muy pocos” vestigios de perros con más de 10.000 años de antigüedad. Pese a que los restos de Swan Point presentaban señales de ADN de lobo, la señal genómica no es lo suficientemente robusta para establecer una conclusión definitiva sobre la especie.

“¿Era un lobo que alguien intentaba alimentar o domesticar de manera intencional?”, cuestionó Angela Perri, experta en relaciones entre humanos y animales de Chronicle Heritage. “¿O era un lobo que decía: ‘Cazar caribús es un asco’?”.

Según su perspectiva, los restos evidencian cómo los lobos que buscaban en la basura humana podrían haber comenzado, de manera involuntaria, el proceso de transformación de carroñero a compañero, en lo que se denomina la “hipótesis del montón de basura” de la domesticación.

No obstante, también admitió la incertidumbre intrínseca al proceso de estudio del pasado remoto. La investigación es positiva, pero es una circunstancia complicada, afirmó Perri.

Comunidad dene

Lanoë y Potter no consideran que el modelo del contenedor de basura explique sus descubrimientos.

“Si los cánidos salvajes solo robaban restos de comida de vez en cuando, probablemente ni siquiera se reflejaría” en los isótopos químicos que se conservan en los huesos, afirmó Lanoë. Potter se manifestó conforme. “La explicación más plausible es que un humano alimentó a los cánidos”, afirmó.

Para la comunidad dene, que ha residido en Alaska y el noroeste de Canadá durante muchos siglos, la discusión acerca del origen de los cánidos corre el peligro de ignorar un aspecto aún más crucial.

“La idea de los perros es un concepto muy específico, moderno y occidental”, dijo Evelynn Combs, funcionaria tribal de Healy Lake, una comunidad indígena cercana a Swan Point.

Según Combs, para los nativos, los perros actuaban como aliados de supervivencia, aliados en un entorno duro. Desde su perspectiva, la conexión que se formó no puede restringirse a los genes o a los isótopos. “Tiene que ver con lo espiritual”, expresó.