Hoy: 14 de diciembre de 2024
La ciudad de Granada es patrimonio de la humanidad, uno de los destinos más visitados de España, y alberga mucho más que esa joya arquitectónica conocida como La Alhambra. Desde tiempos inmemoriales, ha desvelado a miles de viajeros y ha sido fuente de inspiración de otros tantos. Tal ha sido el caso de su hijo predilecto, el poeta y dramaturgo Federico García Lorca, quien encontró su refugio y sus musas más poderosas en la Huerta de San Vicente.
Entre sus paredes y hermosos jardines, Federico daría vida a algunas de sus obras más emblemáticas. La historia ha convertido a esta preciosa propiedad en un símbolo cultural y un testimonio del legado literario lorquiano, un entorno donde confluyeron naturaleza, familia y creación. En cada rincón de esta casa se respira poesía, una letra imborrable que recuerda la importancia de los lugares que nos moldean y nos inspiran.
Construida a principios del siglo XX, la Huerta de San Vicente fue el lugar donde Lorca pasó sus vacaciones de verano y donde cultivó su amor por la naturaleza y la poesía. Con su arquitectura típica andaluza, la casa cuenta con amplias habitaciones, patios llenos de flores y un ambiente que invita a la reflexión y la creación. En este entorno, Lorca escribió algunas de sus obras más importantes, como «Romancero gitano» y «Yerma».
La relación de Lorca con este lugar es profunda y personal. Desde su infancia, la huerta fue un espacio de conexión con sus raíces, donde la familia se reunía y disfrutaba de la vida campesina. La influencia de este entorno se refleja en su obra, donde la naturaleza y el paisaje juegan un papel crucial.
Hoy en día, la Huerta de San Vicente es un museo dedicado a la vida y obra de Federico García Lorca. Los visitantes pueden explorar las diferentes habitaciones de la casa, que se han conservado con esmero, y disfrutar de actividades culturales que rinden homenaje a su legado. Es también un punto de encuentro para amantes de la literatura, donde se organizan lecturas, talleres y conferencias que celebran la vida y el pensamiento del autor.
Hemos dialogado con Juan José García Martínez, coordinador cultural y conservador de la casa museo, perteneciente al Ayuntamiento de Granada, quien destacó: «Federico García Lorca ya había expresado en alguna ocasión, su deseo de vivir en un carmen del Albaicín, el anhelo de una casa de campo o una casa de huerta. El padre del poeta, en el año ´25, decide comprar en la parte sudoeste de la ciudad de Granada (donde ellos vivían habitualmente), una hacienda con una pequeña huerta de casi dos hectáreas que contenía esta casa. Lo hace para pasar los calores de los veranos granadinos alejados del centro de la ciudad, una casa situada en un enorme mosaico de otras propiedades de iguales características».
«Se compra la casa, se hace una pequeña reforma y comienzan a frecuentarla hasta el año 1936. Este lugar siempre estuvo presente en la memoria de Federico y era punto de encuentro y reunión familiar. Aquí podía disfrutar de su condición de niño aún siendo grande, este era el ambiente y el clima al que regresaba para escribir. Acá produjo ´Bodas de Sangre´, de ´Yerma´, algunos poemas del ´Romancero gitano´, dibujos (los que él llamaba “poesía expresada por otros medios”) y cartas que enviaba a sus amigos. ´En la Huerta de San Vicente, es dónde mejor escribo´, le llegó a confesar a un amigo. Así que podríamos decir que este fue el lugar de creación de la mejor literatura española del siglo XX»; concluyó.
ARtículo. muy bonito sobre Lorca y Granada. felicidades
Lorca es uno de los genios de la literatura universal.