Qué impotencia sentimos las personas mayores, esas que no manejamos las redes con la soltura necesaria para solucionar los problemas que se nos presentan. Ya nuestros hijos volaron del nido y, nosotras, más mujeres que hombres, nos encontramos perdidas y con sensación de impotencia, abandono y el convencimiento de haber sido engañadas. Somos esas mujeres de otro tiempo, algunas con titulaciones que jamás trabajamos fuera de nuestros hogares y nos dedicamos a cuidar de la vida familiar que elegimos.
Más mujeres que hombres pero en condiciones similares.
Qué bien nos sentimos cuando nos prometen ciertas ayudas para compensar la falta de liquidez que tenemos en nuestras pensiones. Lo pregonan a bombo y platillo y nos lo creemos. Y les votan muchos y muchas esperando esa compensación. Pero…. No es nada fácil conseguirlo. Hemos hecho hasta estadística de quien ha podido contactar con el organismo adecuado para solicitar únicamente una cita para poder recibir esa pequeña ayuda que nos prometieron.
Hemos llegado a la conclusión que son sólo palabras que a ellos les valen para medrar un tiempo. Yo lo he vivido personalmente y he tenido que desechar la idea de lograr los 28€ por hijo. Día tras día, durante más de un mes, hemos intentado ponernos en contacto con el INSS para dar nuestros datos sabiendo que nos corresponde esa ayuda a nuestra pensión de viudedad o de jubilación, pero los sistemas informáticos no funcionan, las webs te llevan para dar los pasos correctamente, y lo haces y los das pero cuando todo está escrito para enviar, te sale el SOS de que estas en una página sin seguridad, o que ya no existen citas para ser atendido, entonces acudes a los varios teléfonos que figuran y es ¡falso!
Recogen los datos y cuando terminas el sistema te vuelve a decir que lo intentes por la web. Unas veces no carga la página, otras es imposible acceder… Y a todo esto añadimos que muchas tenemos más de setenta años, con pagas pequeñas contributivas o no y que sólo intentamos conseguir lo que nos prometieron. Llegamos a la conclusión de que juegan con nosotros, que nos engañan, y ellos, los que mandan, ¿Qué consiguen con esto? Muy fácil, páginas en los periódicos, charlas en la TV y el beneplácito de un gran puñado de ciudadanos mayores que se lo creen. Y muchos nos vemos en la necesidad de dejar de intentarlo, por mucha necesidad que tengas por unos miserables 28€ por hijo.
¿No se les cae la cara de vergüenza? ¿Para qué prometen lo que es imposible realizar por falta de medios de conexión? Yo como persona mayor y sabiendo cómo muchos mayores han intentado un día tras otro contactar sin conseguirlo lo cuento, para que nadie se sienta más utilizado. Nos sentimos dolidos, defraudados y aquí jugamos todos, te sientes partidario de unos u otros, no es lícito actuar así. Existen estadísticas donde estamos retratados todos y multitud de ministerios rodeados de funcionarios. ¿No sería más fácil avisar a las personas vulnerables, como se hace con otras prestaciones o bonos sociales?
Corríjanlo, es un grito.
Nos hace falta para poder sobrellevar estos difíciles tiempos. Parece que les interesa aburrirnos… La fecha de caducidad la tenemos en la frente, nos iremos buscando esa maldita página en blanco y ese teléfono que suena y suena, o esa web que no sirve, y lo peor, no pudiendo añadir a la cesta de la compra ese yogur o esos plátanos que tanta falta les hacen a nuestros nietos. Todo por falsas promesas de interés propio. Agilicen el problema de la conexión, por favor. Ya no nos dejaremos engañar por ninguno de los que se sientan en el hemiciclo con cara de satisfacción por su logro.
Sólo si dejan de poner impedimentos y nos lo ponen más fácil. Vds. tienen nuestros datos y saben bien con que podemos contar. Nosotros, los mayores, que sólo servimos para sumar votos, no engañamos, pero sabemos como castigar a los mentirosos. Hacéroslo mirar. Si no podéis cumplir no prometáis. Estamos demasiado cansados de intentar contactar con las instituciones en las que recaen las dádivas. Simplemente no quieren responder.