El Tribunal Supremo ha desestimado el último intento del exministro socialista José Luis Ábalos de aplazar su declaración ante la justicia. En un auto difundido este martes, el magistrado instructor Leopoldo Puente rechazó la renuncia de Ábalos a su abogado, José Aníbal Álvarez, al considerar que dicha decisión se presentó “en fraude de ley” y con un objetivo claro: forzar la suspensión de la comparecencia prevista para mañana a las 10:00 horas.
Con esta resolución, la agenda judicial se mantiene sin cambios, y el juez ha advertido DE que, tras la declaración, se celebrará la vistilla prevista en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en la que las partes podrán solicitar medidas cautelares, incluida la prisión provisional si así lo estiman oportuno.
Pese a la decisión del Supremo, Ábalos solicitó este martes que se le asigne un abogado de oficio para poder asistir a su declaración. El exministro alegó haber roto su relación con su actual defensor por “diferencias irreconducibles”. En un mensaje publicado en la red social X, explicó: “Dada mi voluntad de cumplir con mi comparecencia ante la Sala II del Tribunal Supremo y que ayer renuncié a la asistencia de quien ejercía mi defensa, he solicitado un abogado de oficio para que me pueda asistir mañana”.
En un escrito remitido al Alto Tribunal, Ábalos amplió su explicación sobre la ruptura con su letrado, señalando que las discrepancias entre ambos no eran algo puntual, sino “una constante que ha provocado un deterioro irreversible de una relación que debe basarse en la confianza”. Según su versión, esta situación le habría obligado a preparar su declaración por sí mismo, sin el apoyo técnico de su abogado.
Para respaldar su decisión, el exministro adjuntó una copia del correo electrónico que envió a su hasta ahora defensor, en el que dejaba constancia formal de su renuncia: “Tal y como hemos conversado, sirva la presente para dejar constancia formal de mi renuncia a seguir contando con tus servicios”. No obstante, el Tribunal Supremo considera que este movimiento responde a una estrategia procesal y ha decidido mantener la citación judicial y el desarrollo previsto de la causa.