El sucesor

2 de mayo de 2025
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Iglesia |Pexels

Es tan larga la lista de los que vaticinan las características que deben adornar al papa nuevo, que yo ni me atrevo a asomar la voluntad por los cortinajes del empeño. Propongo que, en lugar de tanta profecía basada en lógicas puramente humanas, detengan un poco sus arbitrariedades en la oración para que el Espíritu pueda hacerse paso entre tantas conjeturas.

Menos mal que a la Iglesia no la sostienen los tertulianos, sino una multitud de monjas de clausura, de juventudes orantes en silencio, de amas de casa que rezan el rosario mientras guisan, de ermitaños con los brazos en alto para que Dios se acomode mejor en la esperanza…

La Iglesia no es hija de circunstancias que piden acomodarse en ella, sino del Evangelio de Jesucristo, raíz y fuente de toda verdad que ha de expresarse según el lenguaje de los tiempos, sin que se pueda ajustar a lo que esos tiempos reclaman para justificarse ellos mismos.

Como recientemente ha manifestado un cardenal elector, el esperado papa no sucede a Francisco, sino a Pedro. Y Pedro, ya se sabe, antes y después del Espíritu, es imprevisible.

Pedro Villarejo

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