El Senado ha rechazado este miércoles la Proposición de Ley presentada por Vox para implementar una tarjeta sanitaria individual operativa a nivel nacional y mejorar la interoperabilidad de las historias clínicas entre comunidades autónomas. La iniciativa fue desestimada con solo tres votos a favor, frente a 112 en contra y 145 abstenciones.
Los principales grupos parlamentarios argumentaron que esta propuesta es innecesaria, ya que el Gobierno ya ha impulsado la Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión del Sistema Nacional de Salud (SNS), actualmente en trámite parlamentario, la cual aborda muchos de los puntos mencionados por Vox.
La proposición fue defendida por el senador Fernando Carbonell Tatay, quien busca modificar las leyes de cohesión del SNS y de autonomía del paciente.
«Comparezco hoy ante todos ustedes para presentar y defender esta Proposición de Ley que pretende corregir una anomalía que no debería existir en ningún país avanzado ni democrático, la quiebra de la igualdad de sus ciudadanos en el acceso a la sanidad pública. No estamos hablando ni de ideología, sino de justicia, de eficacia y de derechos fundamentales», afirmó el senador de Vox.
Durante su intervención, Carbonell criticó la descentralización sanitaria actual, que —según él— impide una gestión uniforme de la tarjeta sanitaria y la historia clínica digital.
«Un enfermo hoy en Galicia puede encontrarse en Madrid sin poder acceder a su medicación porque su tarjeta sanitaria no está reconocida plenamente. O un médico en Aragón puede no poder consultar el informe clínico aportado por un paciente catalán porque está escrito en una lengua que no entiende», sostuvo.
Además, defendió la necesidad de una tarjeta sanitaria válida en todo el país, con un código único e información básica accesible desde cualquier región, así como una historia clínica interoperable y comprensible en todo el sistema sanitario.
«Esta medida no ataca la diversidad lingüística de nuestro país. Al contrario, la reconoce. Pero también garantiza que la historia clínica esté siempre disponible, al menos en castellano. Porque no se trata de imponer una lengua, sino de proteger un derecho. El derecho a ser atendido eficazmente por cualquier profesional sanitario, sea cual sea su origen», concluyó.
Por su parte, el senador socialista Kilian Sánchez San Juan calificó la propuesta como una iniciativa «fallida», recordando que un texto similar ya fue rechazado en noviembre de 2024 en el Congreso. También señaló que Vox aún puede presentar enmiendas dentro del proceso legislativo abierto para la nueva ley del SNS.
«Si sacamos nuestra tarjeta sanitaria individualizada somos atendidos en todos los territorios, y tenemos la posibilidad de la dispensación farmacéutica en todas las farmacias comunitarias del territorio nacional. Con lo que, señor Carbonell, esa tesis se cae al suelo», argumentó Sánchez San Juan.