El Consejo Empresarial del Sector del Juego (CeJuego) proyecta una etapa de diálogo y entendimiento con la llegada de Pablo Bustinduy al Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, por lo que busca alejarse de prejuicios y sesgos ideológicos.
Según informa Europa Press, el Consejo analiza el ejercicio 2023 y aborda los desafíos que enfrentará en el próximo año.
Sobre la desaparición del Ministerio de Consumo encabezado por Alberto Garzón, CeJuego entiende que es resultado de cuestiones políticas y organizativas, lo que destaca la fusión de dos carteras ministeriales en una entidad única.
Por otro lado, el Consejo critica la gestión de Alberto Garzón, acusándolo de emprender una batalla personal contra el juego con sesgos ideológicos y estereotipos. No obstante, espera que con la llegada de Bustinduy se abra una nueva etapa de diálogo y entendimiento.
CeJuego muestra disposición a colaborar con la administración pública y destaca la importancia de trabajar junto a los legisladores para establecer políticas sensatas y efectivas de juego responsable.
El sector espera que en 2024, la administración pública, partidos políticos y medios de comunicación aborden la actividad del juego desde la objetividad y la responsabilidad, para evitar prejuicios y falsos mantras.
CeJuego denuncia la discriminación hacia el juego privado en comparación con el juego público, e insta a poner fin a las medidas restrictivas que afectan solo a una parte del sector.
El balance del año 2023 destaca que el juego privado emplea a 47.000 trabajadores, genera unos 85.000 empleos directos, y las máquinas B en hostelería sostienen 40.000 empleos, lo que suma un total de 170.000 puestos de trabajo.
En cuanto a la recaudación, el juego privado aporta más de 1.700 millones de euros a las arcas públicas, según las cifras del Anuario del Juego 2023.