Este martes, el presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo anunció la pausa temporal de su participación en la transición del anterior presidente, Alejandro Giammattei. La decisión llega como una respuesta inmediata al registro de las instalaciones del Tribunal Supremo Electoral (TSE)
“Los golpistas deben renunciar. La fiscal general, Consuelo Porras, el fiscal Rafael Curruchiche y el juez Freddy Orellana, en asociación perversa, han emprendido una nueva escalada en el golpe de Estado en desarrollo que iniciaron al finalizar la primera vuelta electoral”, denunció Arévalo.
Asimismo el líder afirmó que “esta vez, en su intento de anular la voluntad popular y burlarse del pueblo honesto, han ordenado la apertura de algunas de las cajas que preservan los votos emitidos”. Esta situación lo ha llevado al anuncio de la pausa en su participación en el proceso.
“Estas acciones constituyen delitos flagrantes de abuso de autoridad y violación de la Constitución Política de la República de Guatemala”, finalizó el presidente electo.
Desde que Semilla, partido político al que pertenece Arévalo, consiguiera unos resultados sorprendentes en la primera vuelta electoral, celebrada el 25 de junio, el Ministerio Público guatemalteco ha tomado numerosas acciones para inhabilitar los resultados. Acciones que han recibido la condena de la comunidad internacional.