El presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, ha encomendado al líder del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), Herbert Kickl, la tarea de formar un nuevo gobierno, tras el fracaso de las negociaciones entre conservadores, socialdemócratas y liberales.
Esta decisión marca la primera vez en la historia austriaca que el FPÖ, un partido de extrema derecha, recibe el encargo de formar gobierno. El cambio de postura del Partido Popular Austríaco (ÖVP), que ha retirado su rechazo a una cooperación con el FPÖ, ha sido clave en este desarrollo.
La noticia ha generado protestas en las calles de Viena, donde cientos de personas, incluidos estudiantes judíos, han expresado su rechazo a la posibilidad de que Kickl, conocido por sus posturas xenófobas y críticas hacia la Unión Europea, asuma el liderazgo del país.
El presidente Van der Bellen ha subrayado su compromiso de velar por el respeto a la Constitución y los principios democráticos durante este proceso. Se espera que las negociaciones para formar gobierno sean complejas, dado el perfil controvertido del FPÖ y su líder, Herbert Kickl.
La comunidad internacional observa con atención este desarrollo, que podría tener implicaciones significativas para la política europea y las relaciones de Austria con la Unión Europea.
Para una cobertura más detallada, puede consultar el siguiente video: