Hoy: 27 de febrero de 2025
El Papa ha denunciado que las guerras y los conflictos «refuerzan» la trata de personas, una actividad delictiva «que no respeta ni mira a nadie a la cara, garantizando grandes beneficios a personas sin escrúpulos morales».
Francisco se ha reunido con cerca de 200 religiosas y delegadas de los cinco continentes que han participado en la segunda asamblea general de Talitha Kum, la gran red de lucha contra la trata de seres humanos, que comenzó el pasado 18 de mayo.
La reunión ha servido, sobre todo, para definir las estrategias que adoptarán en los próximos cinco años para combatir la trata y la explotación en todo el mundo. Se han inspirado en la figura de san Josefina Bakhita, quien fue secuestrada a los siete años y vendida varias veces como esclava.
En su discurso, Francisco ha subrayado también que este crimen se beneficia «de los efectos del cambio climático, de las desigualdades socioeconómicas, se aprovecha de la vulnerabilidad de las personas obligadas a emigrar y de la condición de desigualdad en la que se encuentran sobre todo las mujeres y las niñas».
«La trata evoluciona constantemente y siempre encuentra nuevas formas de desarrollarse, como ocurrió durante la pandemia», ha incidido. Por ello, ha invitado a vencer esta plaga «con un enfoque sistemático a múltiples niveles».
El Pontífice ha reconocido que la trata de personas es un mal «sistémico» y, por lo tanto, para eliminarlo hay que poner en juego «un enfoque sistemático a múltiples niveles».
El Papa ha encomiado así la labor de Talitha Kum que se ha convertido en una red capilar y global y, al mismo tiempo, también «bien arraigada en las Iglesias locales». «Se ha convertido en un punto de referencia para las víctimas, para sus familias, para las personas en situación de riesgo y para las comunidades más vulnerables. Además, sus llamamientos son una fuerte llamada a la responsabilidad de los gobiernos e instituciones nacionales y locales», ha remachado.
Finalmente, les ha exhortado a seguir llevando a cabo acciones de prevención y tratamiento y tejiendo muchas relaciones valiosas, indispensables para combatir y derrotar la trata. La segunda asamblea concluye esta tarde con la ceremonia de entrega del Premio Hermanas contra la Trata en el auditorio Augustinianum de Roma, donde galardonarán a tres monjas por su excepcional valentía, creatividad, cooperación y logros en la protección de sus comunidades contra la trata de seres humanos.