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El Papa critica que el mundo sea “drámaticamente infantil” y se juegue con “fuego, misiles y bombas”

Papa Francisco

Una imagen de archivo del Papa Francisco en el Vaticano. | Fuente: Evandro Inetti / Zuma Press / Contactophoto / EP

Francisco lamenta que aunque la población mundial “está unida por las mismas dificultades”, “algunos poderosos” están centrados “en una lucha decidida por intereses particulares”

El Papa Francisco ha criticado este viernes que el mundo atraviese en la actualidad una coyuntura “al borde de un equilibrio frágil” en el que dos “bloques contrapuestos” rivalizan. De hecho, ha incidido en el escenario “dramáticamente infantil” en el que “se juega con fuego, misiles y bombas”, en alusión a la invasión rusa de Ucrania, entre otros conflictos. Han sido algunas de sus palabras durante su discurso en la clausura del ‘Foro de Bahrein para el diálogo: Oriente y Occidente por la coexistencia humana’.

“Parece que estamos presenciando un escenario dramáticamente infantil: en el jardín de la humanidad, en vez de cuidar del conjunto, se juega con fuego, misiles y bombas, con armas que provocan llanto y muerte, llenando la casa común de cenizas y odio”, ha apuntado Francisco mientras pronunciaba su alocución en la plaza Al-Fida del complejo del Palacio Real Sakhir, en el que ha estado acompañado el Rey Hamad bin Isa y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb (considerado por algunos musulmanes como la máxima autoridad islámica).

“Después de dos terribles guerras mundiales, después de una guerra fría que durante décadas tuvo al mundo en vilo, en medio de tantos conflictos desastrosos en todas partes del globo, entre voces de acusación, amenaza y condena, nos encontramos aún tambaleantes en el borde de un equilibrio frágil, y no queremos desplomarnos”, ha lamentado acerca de esta situación.

Paradoja: intereses comunes de la humanidad frenados por “algunos poderosos”

En el transcurso de su reflexión ha hecho referencia a la “paradoja” que significa que gran parte de la población mundial “está unida por las mismas dificultades, afligida por graves crisis alimentarias, ecológicas y pandémicas, así como por una injusticia planetaria cada vez más escandalosa”.

Sin embargo, este vínculo no impide que “algunos poderosos” se centren “en una lucha decidida por intereses particulares, desenterrando lenguajes obsoletos, redefiniendo zonas de influencia y bloques contrapuestos”.

Así, ha censurado que “Oriente y Occidente se asemejen cada vez más a dos mares contrapuestos”.

“Hay que condenar y aislar a los violentos usan el nombre de la religión”

Por otra parte, ha aludido al Documento sobre la Fraternidad Humana, rubricado por Al-Tayyeb y el Papa en Abu Dabi 2019, que ha sido una de las tesis fundamentales de su discurso. Así, ha asegurado que “no basta decir que una religión es pacífica, es necesario condenar y aislar a los violentos que abusan de su nombre”.

En ese sentido, ha mantenido que “los líderes religiosos” deben comprometerse y “dar buen ejemplo” porque tienen “un papel específico”. “Nuestra tarea es animar y ayudar a la humanidad, tan interdependiente como desconectada, a navegar conjuntamente”, ha reiterado Francisco.

No ha desaprovechado la oportunidad para refererise a la libertad religiosa. A su juicio, “toda coacción es indigna del Omnipotente [Dios], porque Él no ha entregado el mundo a esclavos, sino a criaturas libres, a las que respeta totalmente”.

“No es suficiente conceder permisos y reconocer la libertad de culto, es necesario alcanzar la verdadera libertad religiosa”, ha recalcado.

En cuanto a la educación, ha dicho que faltan oportunidades toda vez que “aumentan los extremismos y se arraigan los fundamentalismos”.

Así, ha querido zanjar su discurso planteando tres emergencias a ese respecto: el reconocimiento de la mujer en la vida pública; la salvaguarda de los derechos de fundamentales de los niños y la educación a la ciudadanía; y, vivir juntos en el respeto y la legalidad.

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