El pamplinas

1 de marzo de 2023
1 minuto de lectura
pamplinas
Mariano Rajoy. | Fuente: Europa Press / infoLibre

En el seno de la memoria quedan todos los que fueron, quedaremos todos los que fuimos. Y también, aunque ellos no lo tengan tan claro, los expresidentes de Gobierno, que, como buenos jarrones chinos, estarán en algún rincón de escaleras que nadie sube, descuidados.

El anterior presidente de gobierno, si mal no recuerdo, es un gallego al que se le miraba a los ojos, a veces a la barba, con la intención de escudriñar el vaho de sus pensamientos bajo las volutas azules de sus enormes cigarros.

El anterior presidente del gobierno fue el pamplinas que pudo derogar un ancho ramo de leyes injustas y propiciar, con sus mayorías absolutas, un cambio en el sistema de elecciones, por ejemplo, o entre tantas posibilidades como se le brindaron. Pero lo suyo eran las bicicletas, los partidos de fútbol y ese runrún de las cigalas al partirse. Seguramente tuvo miedo a que la izquierda se encrespara y sólo aplicó el 155 en Cataluña porque era lo prudente… de aquellas prudencias tenemos hoy los lagartos crecidos en caimanes.

El anterior presidente de gobierno era bueno, eso sí, iba a misa los domingos en familia y apuntó a su niño a las clases de religión en el colegio. Sin embargo, al contrario que Luis Candelas, debajo de la capa no guardaba más que indiferencias. A los hechos me remito: creyó en la utilidad de dejar los asuntos más delicados del gobierno en manos de dos de sus ministras que, además, estaban enfrentadas por aquello de los egos. La una era bajita, como una lombriz que sabe bien donde esconderse; la otra, suave y mentirosa, parecía más bien una valkiria sin trenzas o una Dulcinea equivocada.

Entre las dos lo mataron y él solo se murió. Y al destierro con doce de los suyos salió del escaño amortajado.

Los antiguos guerreros etíopes, para que pudiesen distinguirse entre ellos mismos, grababan en sus cascos alguna frase que le fuera propia: «Yo soy la justicia», rezaba en uno. Y así, en cada cabezal lo que convenía… Este que fue presidente, gallego si mal no recuerdo, podía haber tallado en su propia armadura: «Yo soy un pamplinas».

1 Comment Responder

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

Tras las huellas de la sentencia 'frankensteiniana' al fiscal general del Estado

Tras las huellas de la sentencia ‘frankensteiniana’ al fiscal general del Estado

Andrés Martínez Arrieta, presidente de enjuiciamiento, elabora -según el acuerdo alcanzado en la Sala Penal con el magistrado Manuel Marchena-…
El Gobierno techa de "asquerosos" los comentarios machistas del exsocialista y exasesor en Moncloa Francisco Salazar

El Gobierno tacha de «asquerosos» los comentarios machistas del exsocialista y exasesor en Moncloa Francisco Salazar

La ministra de Igualdad, Ana Redondo ha pedido ser "mucho más rigurosos" en la selección de cargos orgánicos…
Cincuenta años en la hammada: la cadena de traiciones de España a un pueblo abandonado en el peor desierto

Cincuenta años en la hammada: la cadena de traiciones de España a un pueblo abandonado en el peor desierto

Hace medio siglo, 350.000 civiles marroquíes cruzaron la frontera del Sáhara español mientras Franco agonizaba. Pero hubo otra invasión paralela…
La Audiencia Nacional le aclara al PSOE que le reclama todos los pagos en metálico de 2017 a 2024 y sus justificantes

La Audiencia Nacional le aclara al PSOE que le reclama todos los pagos en metálico de 2017 a 2024 y sus justificantes

Quiere saber lo que se abonó "a todas las personas, cargos, trabajadores, simpatizantes o voluntarios"…