El obispo de Guadix nombra padrinos de la Virgen de las Tristezas a la cantante Diana Navarro y al sacerdote Juan Luis Castón

El alcalde de la ciudad, Jesús Lorente, asistió a la ceremonia religiosa junto a otros miembros de la Corporación accitana

El obispo de Guadix, Francisco Jesús Orozco Mengíbar, designó el viernes 28 de febrero (Día de Andalucía) a la cantante y actriz malagueña Diana Navarro y al sacerdote Juan Luis Castón como padrinos de la imagen de la Madre de Dios en Sus tristezas.

Las principales autoridades de Guadix -ciudad de 18.000 habitantes, cuna del cristianismo y erigida en la primera y más antigua diócesis de España- asistieron a la ceremonia, encabezados por el primer regidor, el popular Jesús Lorente, junto a la concejal de Cultura, Encarni Pérez, y otros ediles del Consistorio.

Bajo el auspicio del mitrado cordobés Orozco Mengíbar y concelebrado por los reverendos Antonio Fajardo y Juan Luis Castón, el culto religioso se ofició en la iglesia de San Miguel de la localidad accitana, cuyo director espiritual es Fajardo.

Javier Requena, alma mater de la organización del acto religioso, sublimó la bendición de la imagen bajo los sones del Coro don Carlos Ros, el recordado sacerdote que llevó el nombre de la ciudad por medio planeta. Fue el artífice y creador de la Escolanía de los Niños Cantores de la Catedral de Guadix.

Diana Navarro, de profundas convicciones religiosas (una de las voces que han deleitado el oído del Papa Francisco, y también una de las cantantes preferida del obispo Orozco) alzó su mirada en dos ocasiones hacia la bendecida imagen de Las Tristezas.

Y desplegó su imponente voz -ante el silencio atronador de los fieles que abarrotaban el templo del arcángel en Guadix- para reivindicar que ni la saeta ni la copla tienen edad.

Navarro, en su faceta de actriz, interpretó a la inmortal Concha Piquer en el Teatro Español de Madrid con la obra En Tierra extraña.

A monseñor Orozco se le notó durante la homilía su admiración y fervor musical por la cantante malagueña. Cuentan en Guadix que recientemente el prelado accitano se despidió de su padre, en el funeral, con una pieza de Diana Navarro.

Tras el acto religioso, Javier Requena invitó a los consagrados y congregados a un cóctel en las renovadas instalaciones del viejo hospital de Guadix, adyacente a la popular plaza de Las Palomas.

La Madre de Dios en sus Tristezas acompaña ya a la Virgen de la Soledad bajo el abrigo de la iglesia accitana de San Miguel. Ahora con dos insignes padrinos.