Hoy: 30 de octubre de 2024
Ratan Tata, el influyente industrial indio que transformó al Grupo Tata en un conglomerado global, dejó gran parte de su fortuna en su testamento para el cuidado de su perro Tito, un pastor alemán que fue su fiel compañía hasta sus últimos momentos. A los 86 años, Tata falleció en Mumbai (India) y dejó en claro su deseo de que Tito recibiera “cuidados ilimitados” para garantizar su bienestar. Este gesto ha sorprendido a muchos en India, un país donde la tradición de herencia suele favorecer a la familia sobre otros allegados o mascotas.
A pesar de tener hermanos, Tata nunca tuvo hijos ni se casó, y decidió omitir en su testamento a sus familiares directos, destinando en su lugar una considerable parte de sus bienes a su querido Tito. Además del perro, sus leales empleados, como su mayordomo Konar Subbiah y su cocinero Rajan Shaw, también figuran en el testamento como beneficiarios de una buena parte de su fortuna. Los hermanos de Tata recibirán solo una pequeña fracción de sus bienes, en contraste con los cuantiosos fondos asignados para Tito y su personal.
El testamento de Tata refleja su profundo amor por los animales, un aspecto de su personalidad que fue ampliamente conocido en su vida. Durante años, Tata instruyó a los empleados de la sede del Grupo Tata a no rechazar a ningún animal callejero que se acercara. Esta sensibilidad hacia los animales también se manifestó en otras iniciativas a lo largo de su carrera, que incluyeron acciones benéficas para el bienestar animal en India.
Un amigo cercano de Tata ha comentado que los fondos destinados al cuidado de Tito son de una magnitud notable, garantizando que el perro pueda vivir sin ninguna limitación. En un país donde es inusual que las mascotas o empleados reciban cantidades significativas de herencia, el gesto de Tata ha generado sorpresa y ha reafirmado su compromiso con los valores que siempre defendió en vida: la compasión y generosidad hacia todos los seres, humanos y animales.
El Grupo Tata, que hoy emplea a más de 350,000 personas en el mundo y tiene un patrimonio de más de 100,000 millones de dólares, es testimonio de la visión de Tata, quien no solo consolidó una de las mayores empresas en India sino también un legado que continúa inspirando. Su vida y ahora su herencia subrayan su inusual y firme compromiso de compartir y proteger, un valor que se refleja incluso en sus últimas voluntades.