Hoy: 27 de noviembre de 2024
El Ejército del Aire y del Espacio comienza el próximo 26 de junio un despliegue en colaboración con Alemania y Francia, a Alaska, Australia e India y con el que pretende proyectar las capacidades de sus fuerzas aéreas y entrenarse en caso de operación real. Los responsables califican el ejercicio de “reto”, logístico y de mantenimiento, pero creen que va a ser un “hito” para un Ejército del Aire que, dicen, ya ha entrado en el siglo XXI.
La idea partió de la Luftwaffe alemana y el Ejército del Aire hace hincapié en que el ejercicio, bautizado como Pacific Skies, se ha planteado como una colaboración entre aliados, pero no se hace bajo el paraguas ni de la Unión Europea (UE) y ni de la OTAN. En total, 28 aviones de combate y 16 aviones cisterna y de transporte, todos desarrollados por la industria de defensa europea, van a demostrar las capacidades logísticas de los socios durante casi dos meses en tres escenarios distintos: polar (Alaska), desértico (Australia) y tropical (India).
España participa con cuatro Eurofighter, un A330 y dos A440M y despliega 240 de los aviadores más expertos del Ejército del Aire en dos rotaciones de 120, que serán apoyados desde España. El coronel del Ejército del Aire y del Espacio Rafael Hernández Maurín, jefe del proyecto, remarca que ha supuesto un “reto” acordar tantos aspectos logísticos con Alemania y Francia, sobre todo en las materias de mantenimiento y reabastecimiento de las aeronaves, pero los acuerdos alcanzados y la colaboración mejorarán la eficiencia y la interoperabilidad entre las fuerzas aéreas aliadas.
El despliegue comienza con un vuelo hacia Alaska vía Canadá, donde se llevará a cabo un ejercicio llamado Artic Defender, en el que participarán aviones “muy punteros” de Estados Unidos y habrá fuego real aire-suelo, según explica el coronel Maurín. Posteriormente, los aviones se dirigirán a Australia, haciendo escala en Japón, para participar en el ejercicio Pitch Black. Junto a 16 países, será la primera vez que los españoles interactúen con tripulaciones de Japón y Corea del Sur.
Después, un A330 del 45 Grupo relevará a parte del contingente con personal desde España, lo que para el Ejército del Aire constituye una demostración de la capacidad de despliegue estratégico. Luego, los aviones volarán a India con una escala en Malasia para el ejercicio Tarang Shakti, en que habrá cazas rusos e indios. Finalmente, el despliegue concluirá a finales de agosto en la Base Aérea de Morón (Sevilla), tras sobrevolar Oriente Próximo y el mar Mediterráneo, completando así una vuelta al mundo.
De hecho, el jefe del Mando Aéreo, el teniente general Francisco González-Espresati, que recalca la “exigencia” que requerirá el Pacific Skies, compara el ejercicio con los grandes vuelos pioneros del siglo XX, especialmente con la hazaña del Plus Ultra, el hidroavión de la Aeronáutica Militar Española que realizó por primera vez un vuelo entre España y Argentina en 1926. Precisamente, el Ejército del Aire ha tenido un guiño y ha bautizado a la agrupación aérea que participará en el ejercicio como Plus Ultra.
Todo para proyectar el poder aéreo de las tres naciones en la zona del Indo-Pacífico, donde España tiene intereses geopolíticos compartidos con Alemania y Francia, adiestrar a las tripulaciones y demostrar que nuestro país es capaz de planear un despliegue de estas características en caso de operación real. Otro de los objetivos, detalla González-Espresati, es impulsar la industria de la defensa nacional y europea.
Según el teniente general, la estrategia militar ha cambiado mucho en los últimos años. Antes, explica, las Fuerzas Armadas se dedicaban a la mera defensa del territorio, pero ahora son un instrumento de la acción exterior del Estado. Por eso, pone el foco en la importancia de la capacidad de proyección de la fuerza aérea, que redundará en que el Ejército del Aire pueda “llegar rápida y eficazmente” a cualquier parte. “De esto se trata el ‘Pacific Skies'”, resume en la presentación a los medios del ejercicio, en la Base de Torrejón.
La guerra de Ucrania obliga a mirar hacia Rusia, pero el teniente general González-Espresati niega que el destinatario del mensaje de la capacidad de proyección de las fuerzas aéreas sea Moscú “en concreto” y tienen la mirada más amplia.
“(Lo que se quiere mostrar es que) La acción exterior del Estado por parte del instrumento militar se puede proyectar allá donde se nos necesite, podría haber sido en cualquier otra zona del globo, pero cuando una fuerza de esta entidad despliega a cualquier zona, cualquiera puede ver un mensaje de la capacidad que tiene”, indica. Lo equipara al despliegue en los países bálticos, que operan para fomentar la disuasión.
Pero el tramo más crítico que sobrevolarán las aeronaves desplegadas está comprendido entre Alaska y Japón. Usarán rutas comerciales de aviación civil, pero se acercarán al espacio aéreo ruso, si bien no entrarán en su soberanía. Por ello, y aunque no intentan mandar recado alguno a Rusia, el Ejército del Aire y del Espacio cree que tomará buena nota.
“Estamos casi seguros de que los rusos pueden sacar algún avión para ver qué pasa y está contemplado que se acerquen y tomen fotos, pero el mensaje es que vamos a hacer un ejercicio con países aliados en la zona del Indo-Pacífico”, señala González-Espresati.
El Ejército del Aire y del Espacio ya mira al futuro y espera poder seguir participando en estas actividades. Reconocen que un esfuerzo “tan grande” no posibilita que se haga todos los años, pero ponen una fecha y apuestan por hacer un despliegue de estas características “cada dos o tres años”.