Hoy: 5 de diciembre de 2024
El juez de la Audiencia Nacional (AN) Francisco de Jorge interrogará este martes por videoconferencia al director de la selección masculina de fútbol, Albert Luque, en calidad de imputado, como parte de la investigación que sigue contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, por el beso que le dio a la jugadora de la selección Jenni Hermoso durante la entrega de trofeos del Mundial en Sídney.
Inicialmente, el magistrado citó a Luque como testigo, pero posteriormente cambió su estatus a imputado. Tanto la fiscal del caso como el juez probablemente querrán preguntar al también exjugador de fútbol sobre su posible implicación en las presuntas coacciones que habría sufrido por parte de Rubiales y su entorno para que afirmara que el beso había sido consentido.
Es importante recordar que el pasado 10 de octubre, en sede judicial, declararon como imputados Jorge Vilda, exseleccionador femenino, y Rubén Rivera, director de marketing de la Federación. Ambos negaron las acusaciones de coacción hacia Hermoso y su entorno.
Según fuentes jurídicas presentes durante su declaración, Rivera informó al juez que en Ibiza, donde viajó junto con algunas de las jugadoras para celebrar la victoria, mantuvo una conversación con una amiga de Hermoso, Ana Ecube, con el objetivo de que la jugadora accediera a hablar con Albert Luque, quien también se encontraba en la isla en esos días.
En el marco de esta investigación, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 continuará con la ronda de declaraciones. El próximo 2 de noviembre, se tomarán declaraciones como testigos al seleccionador masculino, Luis de la Fuente, al ex director de Comunicación de la RFEF, Pablo García Cuervo, y al subdirector de Comunicación, Enrique Yunta.
Posteriormente, el 14 de noviembre, prestarán declaración como testigos el psicólogo de la selección femenina, Javier López Vallejo; el ex director de gabinete de Luis Rubiales, José María Timón; y el responsable de ‘compliance’ de la selección, Javier Pujol. Dos días después, se escuchará también como testigos a la futbolista Laia Codina y al presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino, Rafael del Amo.
Aún está pendiente de determinar si el juez instructor aprovechará la convocatoria de Jenni Hermoso para los dos próximos partidos que la selección disputará contra Italia y Suiza en la Liga de Naciones el 27 y 31 de octubre para citar y que preste declaración.
Cabe señalar que Hermoso juega en la liga femenina mexicana representando al Pachuca, lo que puede ofrecer una oportunidad para su comparecencia durante su viaje a España para la concentración con el resto de las internacionales.
No obstante, fuentes jurídicas han adelantado que la intención del instructor es llevar a cabo la declaración de la jugadora con la máxima discreción, dado que se han producido quejas tanto de las partes involucradas como del propio juez debido a filtraciones a la prensa.
Todas estas acciones se enmarcan en la causa en la que el instructor investiga a Luis Rubiales por presuntos delitos de agresión sexual y coacciones relacionados con el beso que le dio a la jugadora madrileña durante la celebración de la victoria en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda.
En su testimonio ante el juez, Rubiales argumentó que el beso fue una “demostración de cariño” que ocurrió de manera “espontánea”, a la vista de “millones de personas” y que contó con el “consentimiento” de la jugadora. En respuesta a las preguntas del abogado de Hermoso, aseguró que se trató de una “celebración completamente excepcional”. También enfatizó que consultó con la jugadora antes de darle el beso y que este se produjo “con su consentimiento”.
“Si le pregunté antes, ¿cómo no la habría respetado?”, respondió a la cuestión de si consideraba que había respetado a la jugadora al besarla en la boca. Añadió que después de este episodio, Hermoso se retiró “riendo” y le dio “dos palmaditas en el costado”.
Sin embargo, en su testimonio ante la Fiscalía, que el programa ‘Código 10’ de Telecinco reveló, Hermoso expresó que no consintió el beso y que no se sintió respetada como persona y futbolista. Describió la situación como que “la estaban sometiendo a algo que ella en ningún momento buscó ni hizo”.