Hoy: 2 de diciembre de 2024
El oncólogo Enrique Grande, jefe de Oncología en el Hospital MD Anderson Cancer Center de Madrid, ha destacado que el principal reto para curar los tumores neuroendocrinos es su diagnóstico temprano, antes de que haya metástasis.
El tiempo promedio de retraso en el diagnóstico en España es de cinco años, un periodo que dificulta el tratamiento y las posibilidades de curación. Estos tumores, aunque raros —con unos 4.000 casos anuales en España—, se originan en células endocrinas ubicadas en órganos como el páncreas, tubo digestivo, pulmones y, en algunos casos, en glándulas adrenales o hígado.
La detección temprana de estos tumores permitiría una mayor tasa de curación, ya que mientras están localizados en un órgano o en ganglios cercanos, pueden ser eliminados con éxito. Sin embargo, el especialista explica que cuando se detectan en estado avanzado, el tratamiento solo puede enfocarse en controlarlos, sin poder asegurar la curación.
Los tumores neuroendocrinos son difíciles de detectar porque muchos de sus síntomas se asemejan a molestias comunes, como diarrea, flatulencia o ardor estomacal. Sin embargo, Grande recomienda que, ante la repetición de estos síntomas de manera constante, se acuda al médico para descartar posibles problemas graves.
Aproximadamente entre el 20% y el 30% de estos tumores son “funcionantes”, es decir, producen hormonas que pueden desencadenar síndromes hormonales como el carcinoide, cuyos síntomas incluyen diarrea, taquicardia, sofocos y sudoración.
Dado el carácter complejo y diverso de los tumores neuroendocrinos, Grande subraya la importancia de que los pacientes sean atendidos en centros de referencia que cuenten con equipos multidisciplinares especializados en esta patología. Estos centros no solo requieren oncólogos y cirujanos, sino también endocrinólogos, radiólogos intervencionistas y otros especialistas para abordar tanto los síntomas como el tratamiento integral.
Entre los tratamientos principales, se emplean análogos de la somatostatina, que bloquean la proliferación de células neuroendocrinas. También existen nuevos tratamientos, como los teragnósticos, que combinan fármacos y radioterapia selectiva para atacar el tumor con precisión.
El especialista también destaca el papel fundamental de la investigación en el tratamiento de estos tumores. España cuenta con uno de los grupos cooperativos líderes a nivel mundial en esta área, el Grupo Español de Tumores Neuroendocrinos (GETNE), que coordina cinco estudios distintos en la actualidad. Uno de los principales enfoques de estos estudios es el tratamiento de carcinomas neuroendocrinos, una variante más agresiva de estos tumores, con una supervivencia promedio de menos de un año.
Para mejorar el tratamiento de los tumores neuroendocrinos, Enrique Grande insiste en la importancia de canalizar a los pacientes hacia centros especializados del Sistema Nacional de Salud, que ofrezcan equipos multidisciplinares y acceso a los tratamientos y tecnologías más avanzadas, especialmente en medicina nuclear. La concentración de pacientes en estos centros de referencia, concluye el especialista, será clave para mejorar las tasas de éxito y la calidad del tratamiento de esta patología compleja.