El desdén de las monjas

3 de agosto de 2025
1 minuto de lectura
Monjas caminando por la calle. | Fuente: Canva

Asesoradas gustosamente por un cura ensotanado y un extraño obispo de anillos imposibles, las clarisas enloquecidas han caído en la trampa…

Las que fueron Clarisas de Belorado no están fuera de la Iglesia, ni dentro, están en las nubes. Apenas si parecen instruidas en el derecho canónico, tampoco en la obediencia eclesial como virtud que amuralla la veleidad de los personalismos. Se han contagiado de los independentistas y han decidido por su cuenta la invalidez del Concilio Vaticano II, y, en su alta condición teológica, únicamente ellas están capacitadas para distinguir a los papas verdaderos de los perversos.

Todo esto, en sí mismo, es una butade interesada, un conflicto que se da cuando Dios no está presente, ajena la vocación y a flor de piel los intereses, los dineros y los intermediarios. Asesoradas gustosamente por un cura ensotanado y un extraño obispo de anillos imposibles, las clarisas enloquecidas han caído en la trampa de pretender quedarse con la diferencia que resulta entre los millones de una empresa por adueñarse de “su” monasterio y la factura de uno nuevo más pequeñito. Esa diferencia, naturalmente, sería a repartir…

A estas monjas de risa exagerada les ha ocurrido como a algunos Presidentes de Gobierno, que han olvidado sus principios con tal de ser ellos el único principio. Tras la máscara aparece la cara. Durísima esta vez.

Pedro Villarejo

Responder

Your email address will not be published.

No olvides...

Desagüe de rencores

Rencorosos son todos aquellos que se les ha podrido la memoria dentro y decidieron conservarla. Cuando no se tiene en…

La maleta perdida

Aunque Einstein aseguró que “el futuro llega en seguida”, el nuestro está tardando demasiado en llegar y, mientras tanto, el…

Marchena, magistral, magistrado

Cuando comencé a escribir este artículo no tuve la intención de agrupar las tres emes en una persona como medida…

Pellizco de monja

A los señores magistrados del Tribunal Supremo les ha parecido sensato, a pie de ley, imponer una pena al Fiscal…