El 42% de las personas desempleadas con discapacidad no realiza ninguna formación a causa de dificultades económicas, según el informe Motivaciones y expectativas sobre el mercado laboral de las personas con discapacidad, elaborado por Fundación Randstad.
Los datos analizados muestran que los encuestados también citan como principales motivos para no formarse la falta de cursos adaptados a su discapacidad y la percepción de que no necesitan más formación debido a su trabajo actual, una razón mencionada por el 18% de ellos.
Estas cifras coinciden con lo señalado por las personas con discapacidad que sí están empleadas. No obstante, los desempleados enfrentan mayores dificultades debido a problemas de salud que dificultan el seguimiento constante de la formación y a una menor percepción de contar con los conocimientos necesarios para el trabajo que realizan.
En términos generales, cerca de un tercio de los encuestados se encuentra actualmente en proceso de formación, aunque los desempleados con discapacidad tienden a formarse más que aquellos que están empleados.
Entre las razones para participar en estos cursos, destacan la búsqueda de mejores oportunidades laborales y la necesidad de actualizar conocimientos y habilidades. Sin embargo, el motivo más común entre las personas desempleadas es el deseo de encontrar un trabajo.
El 94% de los desempleados afirma que se inscribiría en cursos si hubiera opciones adaptadas a sus necesidades o si recibieran apoyo económico para ello; este porcentaje se eleva al 96% entre los trabajadores. Las áreas de formación más solicitadas incluyen el dominio de idiomas, conocimientos informáticos y gestión administrativa.
La capacitación y las habilidades son vistas como requisitos esenciales para conseguir empleo por un 78% de los encuestados. De hecho, el 70% señala que le hubiera gustado haber recibido más formación en experiencias laborales previas.
Una proporción considerable (45%) menciona que no tuvo acceso a formación adaptada a sus necesidades como personas con discapacidad, mientras que más de la mitad (52%) afirma haber recibido el apoyo necesario para realizar sus tareas de manera eficiente.
Estas percepciones coinciden con lo expresado por personas con discapacidad que están actualmente empleadas. Aunque el 43% de ellos está satisfecho con las oportunidades de formación y desarrollo que ofrece su empresa, el 46% considera que estas no les ayudan lo suficiente para adquirir nuevas habilidades.
En cuanto a rangos de edad, los jóvenes de 16 a 29 años son el grupo más activo en participar en cursos de formación (46%). A medida que aumenta la edad, esta participación disminuye, como lo evidencia el hecho de que solo el 29% de los encuestados entre 45 y 64 años está recibiendo formación en la actualidad.