La obsesión por el uso de las redes sociales en adolescentes induce a conductas compulsivas

La investigación arroja luz sobre los desafíos a los que se enfrentan los más jóvenes en la era de la hiperconectividad digital

El 2,9% de los adolescentes usa las redes sociales de manera «claramente problemática», según un estudio realizado por miembros del grupo de investigación Ciberpsicología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), en colaboración con otros investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).

La investigación se llevó a cabo con 1.534 menores de entre 11 y 17 años, y reveló que el 16% de ellos presentaba un uso problemático de las redes sociales, algo que podría afectar a sus relaciones interpersonales y darles la sensación de no tener control sobre sus vidas.

El estudio identificó dos niveles de uso preocupante de las redes sociales entre los adolescentes encuestados. El 2,9% mostró un uso claramente problemático, que incluye comportamientos como la conducta compulsiva y consecuencias en áreas clave de la vida. Por otro lado, el 13,3% estaba en riesgo de desarrollar este tipo de conductas en un futuro no muy lejano.

La investigación se realizó con adolescentes españoles y mexicanos, y los resultados revelaron diferencias en el uso de la tecnología entre ambos países. En España, el uso problemático se asoció más con la preocupación por estar conectado, mientras que en México estaba relacionado con una preferencia por la interacción social a través de plataformas en lugar de en persona.

El estudio se basa en un enfoque cognitivo-conductual que permite diferenciar entre el uso problemático y no problemático de las redes sociales y establecer perfiles. El objetivo es orientar la creación de programas de prevención para reducir las consecuencias psicosociales del uso problemático de las redes sociales.

Según los investigadores, no se pretende demonizar el uso de las redes sociales por parte de los adolescentes, ya que es una actividad normal en su vida cotidiana, sino que se busca abordar el problema cuando se suman más aspectos que pueden afectar negativamente a su bienestar emocional y social.

¿Obsesión por estar conectados?

Esta investigación tiene como objetivo diseñar y validar un instrumento de evaluación que permita medir el uso problemático de las redes sociales y que pueda utilizarse con fiabilidad en dos países de habla hispana. El instrumento ha sido nombrado como ‘Escala de Uso Problemático de las Redes Sociales’ (PSNUS, por sus siglas en inglés).

Según este cuestionario, se evaluó a los adolescentes en cuatro dimensiones diferentes. Se les preguntó sobre su preferencia por la interacción a través de las redes sociales. Por ejemplo, si las utilizan para relacionarse con otros cuando se sienten aislados o para sentirse mejor cuando estaban tristes.

En cuanto a la regulación emocional específica, se les consultó a los jóvenes si se sentían ansiosos cuando no visitaban las redes sociales con frecuencia o si se sentían perdidos cuando no las utilizaban durante un tiempo.

Control del tiempo

Otro aspecto abordado fue la preocupación cognitiva y las conductas impulsivas, como si tenían dificultades para controlar el tiempo que dedicaban a las redes sociales o para resistir la tentación de usarlas en momentos específicos.

Por último, se les preguntó si el uso de las redes sociales les dificultaba tomar el control de sus propias vidas, si habían dejado de hacer planes o actividades debido a su constante conexión, o si esta necesidad de estar siempre conectados les había generado problemas en sus vidas.

En este estudio también participaron los investigadores Miriam N. Varona y Alexander Muela, de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).

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