El sobrino de María del Monte enfrenta su reclusión con actividades que le brindan serenidad y distracción
Se conmemoran dos semanas desde que Antonio Tejado ingresó en prisión provisional, señalado como el presunto autor intelectual de un violento atraco a la residencia de su tía María del Monte e Inmaculada Casal ocurrido el pasado agosto.
A pesar de mantener su postura de inocencia, el sobrino de la folclórica se prepara para solicitar su declaración voluntaria ante el juez y pedir la libertad provisional bajo fianza. Su abogado, Fernando Velo, argumenta que los indicios y pruebas en su contra no son lo suficientemente sólidos para justificar su permanencia en la cárcel.
En estas primeras semanas, Tejado enfrentó dificultades como nerviosismo y problemas para conciliar el sueño, llevándolo a solicitar asistencia médica y psicológica en la enfermería de la prisión de Sevilla 1. No obstante, ha demostrado una adaptación progresiva a su nueva realidad penitenciaria.
Ubicado en el módulo de respeto, Tejado, centrado en superar sus adicciones, ha encontrado consuelo en la fe. Asiste a misa y ha establecido una conexión significativa con el sacerdote de la cárcel, quien le ha obsequiado un rosario y le brinda apoyo espiritual.
El tiempo en prisión también lo dedica a la lectura, visitando con frecuencia la biblioteca penitenciaria. Asimismo, ha decidido retomar los estudios para las oposiciones de agente forestal, solicitando a su familia que le lleve los apuntes. Buscando nuevas vocaciones, se ha apuntado a clases de marquetería con el objetivo de aprovechar al máximo su tiempo en prisión.
Frente a la avalancha de informaciones y testimonios difíciles de sus exparejas, Tejado intenta aislarse de los comentarios negativos, llegando al punto de prescindir de la televisión en su celda para evitar enterarse de lo que se dice sobre él.