Hoy: 28 de diciembre de 2024
JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ FORNET
Dos guardias civiles asesinados y uno herido grave, que acudieron en una zodiac a hacer una identificación por una orden indebida de un mando irresponsable cumpliendo los deseos del político de turno, el subdelegado del Gobierno, que quería agradar al alcalde de Barbate quien avisó de que había varias lanchas de narcotráfico en el puerto protegiéndose del temporal.
En la Guardia Civil de Cádiz le dijeron que precisamente por el temporal no podía salir ninguna lancha de Cádiz (si es que había alguna que no estuviera averiada), y el alcalde, al que le iba la vida en que los narcos no estuvieran en el puerto de su pueblo durante el temporal, llamó al subdelegado del Gobierno. Como los políticos en este país se hacen favores entre ellos por encima de las leyes y el sentido común, el subdelegado llamó a algún mando de la Guardia Civil y le dijo que había que hacer algo. Ese mando ordenó que fueran allí y como no había patrulleras usaron una zodiac para identificar a los narcos. Es como mandar a un policía con una pistola de juguete en una motocicleta a perseguir a terroristas que van con un tanque. Pero eso, al mando y a los políticos no les importa. No les ha importado nunca.
Llegados al puerto, los narcos jugaron con ellos hasta que los aplastaron mientras el subdelegado, el alcalde, el mando y el ministro seguían vendiendo su discurso de que todo está controlado (lo dijo el ministro el día anterior en Cádiz). Dos viudas, tres huérfanos y varias familias destrozadas. La zona Sur de España está hoy controlada por los narcos. Hay muchos cientos de personas que cobran entre 1.000 y 3.000 euros/mes por descargar los fardos o avisar si llega Guardia Civil o Policía mientras lo hacen. Es una zona deprimida, de las más pobres de España y los narcos, españoles y marroquíes, están crecidos porque, como ocurría y ocurre en muchos pueblos del País Vasco, la gente apoya a los criminales, allí por razones políticas, aquí porque les da de comer y los saca de la miseria.
Ser policía o guardia civil en esa zona es cada día más difícil. Hay que dotarlos de un plus económico como el existente en el País Vasco, Navarra, Ceuta o Melilla. Hay que dotar a la Guardia Civil de una flota de lanchas potentes, con armas de guerra, y autorizar el uso de las mismas ante cualquier maniobra de una narcolancha. Que mueran ellos antes que nosotros. Hay que dotar a la policía de unidades con personal formado y medios materiales y crear una agencia de ambos cuerpos que trabaje conjuntamente contra el narcotráfico. Hay que disponer de presupuesto para que las averías de las patrulleras de la Guardia Civil se resuelvan de inmediato. Hay que dejar los discursos fantasmas y ser eficaces, pero no a cualquier precio; ningún alijo puede llevar a poner en riesgo la vida de los agentes.
Hay ya 14 países que han regulado el uso del cannabis por la ciudadanía, que pueden disponer de una cantidad mensual legalmente y no parece que les esté yendo mal. España se unió a la estrategia estadounidense contra las drogas y es hoy uno de los países que más dinero gasta en ese intento inútil de vaciar el océano con cuchara, pero ello reporta medallas, meritos, ascensos y fotos a políticos y mandos. La prohibición hace más fuerte a los criminales. Una estrategia contra las drogas pensando en la sociedad, no en las medallas y méritos de algunos mandos y políticos. Más del 90% de las incautaciones de droga en barcos con las consiguientes medallas rojas pensionadas son avisos de la DEA o el servicio británico, que no cargan con los detenidos, presos, los barcos, las drogas incautadas, los juicios ni los riesgos del abordaje. Para eso estamos los españoles, cuyos mandos se colocan sus medallas pensionadas y los políticos, sus fotos. Cosidó, director general de la Policía, fue en avión oficial a Algeciras llevando a varios periodistas mientras los GEOs que asaltaron el barco lo hicieron por carretera desde Guadalajara y lo mismo volvieron. Así funciona la política inmoral en este país.
Políticas eficaces contra las drogas y que no haya más muertes; se podría empezar por exigir responsabilidades al subdelegado del Gobierno y expediente profesional al mando que ordenó a 6 guardias a enfrentarse a narcolanchas en una zodiac. Pero eso no ocurrirá porque nunca ha ocurrido. Vivimos en una pantomima, una sociedad de postureo y cinismo tóxico donde la vida de un guardia civil no vale nada ni para sus mandos ni para los políticos. Y siempre ha sido así.