Un tórrido 2 de agosto, como el de ayer, fue el día elegido por ETA y los Grapo para cometer su primer atentado. El primero de la balsa de sangre con que ambas organizaciones terroristas han bañado España e intentado socavar la convivencia en España. 55 años han pasado (era 1968, Franco vivía) desde aquel aciago 2 de agosto en la banda ETA asesinó al inspector de policía Melitón Manzanas.
Fue en Irún. Vivía con su mujer y su hija. Viajó desde la comisaría de San Sebastián hasta su domicilio de Irún. Le dispararon por la espalda, delante de su mujer. La hija El asesino, Xavier Izko de la Iglesias. Le cayó cadena perpetúa, pero fue indultado tras la muerte de Franco por la Ley de Amnistía, con la que se intentó dejar atrás el pasado negro franquista y recibir desde el perdón el advenimiento de la Democracia. Pero los etarras siguieron matando en los años siguientes. Casi un millar de víctimas. 
Casimiro Sanchez García
Y también un 2 de agosto de hace 48 años, en 1975, los Grapo segaron la vida de su primera víctima. Fue en Madrid. Los terroristas dispararon a dos agentes de la Guardia Civil tras arrebatarle el arma a uno de ellos. Uno de los guardias murió, Casimiro Sánchez García (en la foto inferior).
No se detuvo ahí la senda criminal de los Grapo. Siguieron matando, como ETA. ya había democracia en España. Ni ellos sabían por qué mataban. Pero mataban. Este 2 de agosto que acaba de dejarnos, ETA ya no mata y los Grapo pasaron a la historia. En ambos casos, por la eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.