La cesta de la compra no da tregua. Aunque en 2025 la subida ha sido más suave que en años anteriores, el bolsillo sigue notándolo. Según la OCU, llenar el carro cuesta un 2,5% más que hace un año. Es el menor aumento en cuatro ejercicios, pero más del 60% de los productos son hoy más caros.
Los frescos son los grandes culpables. Frutas y verduras suben un 8,2% de media. Entre los alimentos que más se encarecen destacan el café (+45%), los plátanos (+35%), los limones (+33%), los huevos M (+30%) y el chocolate con leche (+28%). En este escenario, la elección del supermercado puede marcar la diferencia en la economía familiar.
El análisis de la OCU incluye 241 productos de todo tipo: frescos, marcas conocidas, marcas blancas y artículos de limpieza e higiene. El resultado refleja un aumento medio del 3%, por encima del propio IPC (2,3%).
Las cadenas con mayores subidas han sido Hipercor (+7%) y Lidl (+6,8%). En cambio, Carrefour (+1%) y Alcampo (+0,5%) apenas elevaron precios.
Pero lo más significativo es la diferencia entre comprar en un supermercado u otro. Una familia puede ahorrar hasta 1.132 euros al año si opta por una cadena barata frente a una cara.
Entre las más caras figuran Sánchez Romero, Supercor, Sorli Discau, Supermercado Plaza y El Corte Inglés. Entre las más económicas destacan Dani, Alcampo, Tifer, Family Cash, Súper Carmela y Deza. En el mapa, los Alcampo de Bonaire (Valencia) y Coia (Vigo) son los más baratos del país, mientras que los Sánchez Romero de Arturo Soria y Castellana, en Madrid, encabezan la lista de los más caros.
También hay grandes diferencias según la zona. Sanlúcar de Barrameda y Torrent son las ciudades más baratas para llenar el carro, mientras que Cerdanyola del Vallès y Castelldefels están entre las más caras. Por comunidades, la Valenciana lidera como la más asequible, seguida de Murcia y Galicia. En el extremo contrario, Baleares, Cataluña y País Vasco.
El ejemplo más claro se da en Madrid: una familia puede ahorrar hasta 4.270 euros anuales eligiendo el supermercado más barato en lugar del más caro. Una cifra que confirma que comparar precios sigue siendo esencial en 2025.