Donald Trump ha comenzado a delinear el rumbo de su administración con nombramientos clave en puestos estratégicos. Su equipo refleja un enfoque particularmente firme hacia América Latina, con énfasis en regímenes autoritarios como los de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Entre los nombramientos destaca Marco Rubio como Secretario de Estado, conocido por su postura inflexible frente a dictaduras. Aunque ha evitado pronunciarse sobre su agenda de política exterior, su perfil como “halcón” político sugiere un enfoque rígido hacia los desafíos globales, según El Impulso.
Por su parte, Mike Waltz será Asesor Nacional de Seguridad. Waltz, autor de la “Ley Bolívar”, ha impulsado sanciones contra empresas que trabajan con el régimen de Nicolás Maduro. Asimismo, Dam Newlin, nombrado embajador en Colombia, trae experiencia en temas de migración y lucha contra el narcotráfico, con un historial cercano a las comunidades venezolanas desplazadas.
Otros cargos claves incluyen a Christopher Landau, exembajador en México, como Subsecretario de Estado, y Richard Grenell como enviado especial para Corea y Venezuela, consolidando un equipo con experiencia directa en asuntos de América Latina. Estos nombramientos del nuevo gobierno de Trump anticipan una estrategia de presión y sanciones hacia las dictaduras en la región, marcando un tono firme desde el inicio de esta nueva etapa en la Casa Blanca.