Doce preguntas y un deseo (o varios) para 2025

1 de enero de 2025
4 minutos de lectura
Doce preguntas y un deseo (o varios) para 2025
Compartir y ayudar es un valor al que no se puede renunciar. /Imagen de Cáritas

Que este nuevo año sea el de la buena gente, el de personas comprometidas y solidarias, el del respeto y los valores, el de las oportunidades, un año con más sonrisas que dolor

El final de algo nunca deja indiferencia. Un año tampoco. Con su final se cierran capítulos en los que hubo logros y frustraciones, esperanzas y sueños, a veces pesadillas. Cuando se abre otro desplegamos nuevas intenciones que quieran acabar lo que dejamos a medias o sin empezar, y se asoman expectativas o fracasos, y dolor y pena, y la tristeza compartida por la desgracia inesperada. Y la sonrisa cuando volvemos a ponernos en pie y avanzamos entre la tormenta.

Del 2024 lo único que nos queda es aprender de los errores, que han sido muchos, propios y ajenos, y quedarnos con todo lo que sumó en nuestras vidas. Lo demás no hay que olvidarlo sin más, pero sí pasar página y mirar hacia adelante, al nuevo comienzo que es un nuevo año, una oportunidad para borrar y reescribir. Para este 2025 me hago doce preguntas y una reflexión con un deseo (o varios).

—1 ¿Hasta cuándo las guerras en las que se derrama sangre inocente de millones de personas que lo único que quieren es vivir en paz junto a los suyos y soportan a diario el dolor de las masacres en lugares como Gaza, donde han muerto ya 54.000 personas, y Ucrania, que soporta mil días de infierno…?

—2 ¿Hasta cuándo el hambre y la pobreza de millones de desamparados, la mayoría ancianos, mujeres y niños mientras unos pocos se hacen cada día más ricos, hasta el punto de que el 1% de las fortunas del mundo acumulan casi el doble de riqueza que el resto de la población mundial en los últimos dos años?

—3 ¿Cuándo la salud dejará de ser un imposible en algunos países para que disponer de un médico o un medicamento no sea un privilegio, y eso cuando en la actualidad 4.500 millones de personas en el mundo no tienen cubiertos sus servicios esenciales de salud, lo que representa la mitad de la población mundial?

—4 ¿Hasta cuándo el machismo macabro mantendrá su reguero de asesinatos (47 en 2024) de mujeres sin que la sociedad se movilice, mucho más aún, para evitarlo, y cuándo se pondrán en marcha medidas suficientes en las nuevas generaciones de jóvenes para que conviertan violencia en respeto?

—5 ¿Cuándo podrán nuestros hijos tener un empleo estable y un salario digno que les permita organizar sus vidas como lo hizo la generación de sus padres, porque no olvidemos que el desempleo entre los jóvenes de 16 a 24 años se sitúa en más del 30%?

—6 ¿Cuándo entrará el vigor el derecho constitucional de acceder a una vivienda digna, en propiedad o alquiler, sin tener que dejarse el 80% del salario porque las malas políticas del Estado han favorecido la especulación y los precios del mercado son prohibitivos en la actualidad?

—7 ¿Cuándo los políticos dejarán de mirarse el ombligo y sus carteras para gestionar recursos que beneficien al conjunto de la sociedad y cuándo empezarán a cumplir lo que anuncian y prometen y dejarán de mentir a los ciudadanos?

—8 ¿Hasta cuándo partidos y dirigentes van a seguir enzarzados en la quimera y en la bronca estéril para defenderse así mismos o sus partidos y cuándo van a ser capaces de ponerse de acuerdo en asuntos de Estado de interés general y, por qué es tan difícil que el mundo pueda librarse de locos indeseables, psicópatas, que ponen en peligro el futuro de las democracias y la civilización por sus egos y falta de humanidad?

—9 ¿Hasta cuándo los negacionistas van a seguir mirando hacia otro lado sobre los profundos cambios que sufre ya el Planeta debido al cambio climático que acelera el calentamiento global y da lugar a importantes catástrofes?

—10 ¿Cuándo las administraciones públicas cuidarán de sus ancianos y de sus familias en situación de riesgo haciendo posible que la Ley de Dependencia llegue antes de que muchos de los que la demandan y necesitan acaben muriendo?

—11 ¿Cuándo volverán los niños a jugar en calles y plazas y levantarán la mirada de adictivas pantallas por las que entran hábitos, modas, costumbres y comportamientos en los que se pierden valores y principios básicos para la convivencia?

—y 12 ¿Cuándo los migrantes dejarán de ser pasto de mafias salvajes y los Estados pondrán en marcha políticas en origen y destino orientadas para atender y tratar a personas que son solo eso, personas, que buscan libertad y una oportunidad para recuperar la dignidad lejos de indeseables como los populistas xenófobos y racistas que crecen por Europa?

Y un deseo, o varios. Que este nuevo año sea el de la buena gente, el de personas comprometidas como lo han sido miles de voluntarios con el sufrimiento de Valencia por la Dana, buena gente que es solidaria y comparte lo poco, que ayuda y tiende la mano, que llora y sufre con el dolor de los que no tienen su suerte.

Que este año se recupere el respeto a los mayores, a los profesores o a los propios padres en una sociedad en la que los niños parecen saber mucho de derechos, pero poco de deberes en la calle, en la escuela o en sus casas. Que este año los especuladores se queden sin oportunidades y sátrapas para seguir con la maldad, que la enfermedad encuentre soluciones accesibles para todos en igualdad y que quienes tienen la posibilidad de cambiar las cosas que lo hagan de una maldita vez por encima de las palabras y las mentiras. Sí, menos mala leche y más poesía.

¡Feliz Año, queridos lectores!

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