Hoy: 13 de noviembre de 2024
La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 46 años en relación con el ataque ocurrido en el convento de Santo Espíritu del Monte en Gilet, Valencia. La detención se realizó durante la madrugada y el sospechoso fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil en Puçol. La búsqueda del agresor se había iniciado tras el violento incidente del sábado en el que resultaron heridos varios frailes.
El ataque se produjo después de que el agresor saltara la valla del convento y atacara a siete religiosos. Uno de los frailes se encuentra en estado crítico debido a las lesiones. Según fuentes cercanas, el atacante utilizó un bastón, un báculo y una botella de cristal para agredir a los frailes. Los servicios de emergencia trasladaron a los heridos a hospitales de Valencia y Sagunt, donde recibieron atención médica por diversos traumatismos.
El Ayuntamiento de Gilet ha confirmado la detención del presunto agresor y ha agradecido el trabajo de la Guardia Civil a través de redes sociales, enviando un mensaje de calma a la población. El consistorio también ha informado que la Guardia Civil había estado patrullando intensamente la zona desde el ataque para dar con el responsable de los hechos.
En esta línea, el alcalde de Gilet, Salva Costa, en declaraciones a EP Televisión, ha relatado los hechos ocurridos el sábado: “Entró una persona y empezó a apalear a los pobres frailes, habitación por habitación, creando una situación caótica dentro del monasterio, gracias a que no había huéspedes en la hospedería y solo estaban los frailes”. De hecho, ha asegurado que uno de ellos continúa en este momento “en estado bastante crítico” en el hospital, por lo que ahora se encuentran “esperando a que la cosa mejore”.
Sobre el agresor, el alcalde ha afirmado que no es conocido en la localidad y que los vecinos están conmocionados por el ataque, ya que el monasterio es un “lugar tranquilo” donde residen franciscanos y acuden personas en busca de espiritualidad y ayuda. Según Costa, el convento ha sido siempre un lugar de puertas abiertas, por lo que el ataque resulta “impensable”.
Costa ha visitado el convento para interesarse por la salud de los frailes, especialmente por aquellos que han sido dados de alta. El alcalde mantiene una relación estrecha con los religiosos y ha asegurado que el municipio está dispuesto a brindar cualquier tipo de apoyo que necesiten para sobrellevar esta situación.